Madrid. DPA
Renault ‘sacrificó’ ayer a su jefe de equipo, el italiano Flavio Briatore, para tratar de evitar una dura sanción de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). El ente dictaminará el lunes si los responsables de la escudería francesa son culpables de haber arreglado el resultado del Gran Premio de Singapur de 2008.
Briatore se marcha junto al director de ingenieros, el británico Pat Symonds. Se desconoce si han sido despedidos o si dimitieron voluntariamente, pero la salida de ambos y el reconocimiento de que la escudería no discutirá las acusaciones de fraude son una prueba de que sí hubo arreglo.
Briatore y Symonds son los principales acusados por el ex piloto del equipo Nelson Piquet hijo, quien reveló que cumplió órdenes cuando se estrelló en Singapur deliberadamente hace un año, para favorecer el triunfo de su compañero, el español Fernando Alonso, ex bicampeón.
En principio, Renault, que también suministra motores a otros equipos, está comprometida a seguir en la Fórmula 1 hasta 2012. Pero una sanción podría generar el retiro definitivo de la marca. Briatore, famoso por sus romances con modelos de élite y su vida excéntrica, empezó en la desaparecida escudería Benetton.