El Fisco paga puntual sueldos y deuda, pero reduce la inversión

Tal como lo ha anunciado el Gobierno, el ajuste del gasto público se realizó por el lado de la inversión pública. Esta estrategia -que las autoridades anunciaron a inicios de año para afrontar un ciclo económico complicado- se evidencia en la ejecución presupuestaria hasta agosto de este año.

El Fisco no solo está al día en el pago de salarios, sino que aumentó el gasto. Hasta agosto se destinaron USD 5 638 millones; es decir, se ejecutó lo esperado: 63% del total previsto para este año. Pero además se incrementó 2,6% en comparación con el mismo período del 2015.

“Lo lógico”, para Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), es que en tiempos de recesión el gasto en sueldos del sector público se reduzca, pero más bien ha crecido.
Otra de las prioridades para el Fisco ha sido el pago de deuda. Solo en intereses ya se ha ejecutado el 68,2% de lo contemplado para este año.

Durante este período, el Estado también cumplió con pagos no previstos, producto de los litigios legales con las petroleras Oxy y Chevron, que ascendieron a unos USD 1 100 millones. Estos egresos restaron liquidez a las arcas fiscales para cumplir con otras obligaciones, según reconoció el propio presidente Rafael Correa.

Hasta el mes pasado se destinaron USD 4 551 millones para cubrir gastos de capital, entre los cuales está la obra pública, compra de maquinaria, gastos en personal para inversión, entre otros. Esa cantidad representa el 41% del total que se tenía previsto gastar este año, un porcentaje menor frente a lo ejecutado hasta agosto del año pasado, cuando ese porcentaje fue del 48%.

Además de la caída del precio del petróleo, el Fisco afrontó una reducción en la recaudación tributaria.

En los primeros ocho meses de este año, los ingresos por impuestos se redujeron en un 15,6%, comparados con iguales meses del 2015.

Entre los montos que se han visto afectados están las transferencias a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). Hasta agosto se registró una caída del 9,4% en asignaciones, comparación con el año pasado, según datos de Finanzas.

El presidente Correa, en el Enlace Ciudadano 491 del sábado pasado, sostuvo que la inversión (formación bruta de capital fijo) bajó en cerca de 9,79%, por la contracción del gasto público que bajó en más de seis puntos.

“Yo siempre lo dije, la variable de ajuste en caso de problemas será la inversión. El problema es que el ‘shock’ externo ha sido demasiado grande. Un precio del petróleo de USD 20 en el primer trimestre, la apreciación del dólar en 25 a 30% , terremoto, pago a la Oxy y a Chevron de USD 1 100 millones...todo en seis meses”.

El Secretario del OPF sostuvo que la inversión pública se ha reducido porque el Gobierno se quedó sin dólares. Pero considera que de cara al resto del año ya no tiene mucho espacio para achicar este rubro. Por eso cree que en algún momento el Gobierno deberá reducir el llamado gasto corriente.

Este ajuste, según Carrera, implicará una reducción de la burocracia y del tamaño del Estado, porque el Gobierno no puede mantener un nivel de masa salarial demasiado alto, “que consume los ingresos recaudados por el impuesto al valor agregado (IVA) y del impuesto a la renta que pagan los ciudadanos”.

Para Walter Spurrier, director de Análisis Semanal, es necesario realizar recortes en el gasto corriente, porque no es previsible que la economía nacional vuelva a registrar ingresos extraordinarios.

Spurrier sostiene que este año el hueco Fiscal se tratará de cubrir con endeudamiento externo. También es probable que los contratistas o proveedores resulten afectados al no recibir los pagos completos por sus proyectos con el Estado. Según cifras de Finanzas, el déficit hasta agosto se ubicó en USD 2 766 millones.

Para Spurrier, otra de las alternativas para cubrir ese agujero fiscal es que el Gobierno realice una operación parecida a la que se realizó a finales del año pasado por el campo Auca, pero por el campo petrolero Sacha.

Si se concreta la venta de algún activo público, como hidroeléctricas, significarán ingresos para el Estado.

Vicente Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de las Américas, indicó que el lado positivo es que se está haciendo un ajuste y “se está empezando a desinflar la burbuja en la que el mismo Gobierno nos metió”.

Sostuvo que el recorte en inversión es bueno políticamente para el Gobierno, porque no debe realizar recortes que sean impopulares, como disminución de la burocracia. Pero para Albornoz, aún falta mucho por ajustar.

En contexto

En julio, el Estado pagó USD 112 millones a la petrolera estadounidense Chevron, cumpliendo un reciente fallo de una corte federal de Washington. A mediados de año, también cumplió con el pago a Oxy por unos ­USD 980 millones.

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