Ayer, personas, que usaban trajes protectores, iban con un ataúd en un camión cerca del hospital Ceibos, en el norte. Foto: AFP
El cadáver llevaba perdido cuatro días en la morgue del Hospital Guasmo Sur, en Guayaquil. Nadie lo encontraba. Los familiares de la víctima estaban desesperados, por eso no dudaron en aceptar cuando un camillero de esa casa de salud les propuso buscar los restos de su ser querido a cambio de un pago que oscilaba entre USD 30 y USD 100.
Luego de pocas horas de concretarse el trato, el funcionario volvió con el cuerpo y lo entregó a su familia.
El hecho se originó el pasado miércoles 1 de abril y desde entonces no sería el único. Al menos 10 familias tuvieron que pagar a funcionarios de ese hospital para agilizar la entrega de los cuerpos. Los reportes de estas irregularidades fueron enviados a organismos de derechos humanos de Guayaquil. Además fueron difundidas en redes sociales y medios de comunicación.
Por eso, ayer, el Gobierno presentó una denuncia en la Fiscalía para que se investigasen estas supuestas irregularidades. Así lo anunció el presidente Lenín Moreno en su cuenta de Twitter. El Primer Mandatario señaló que la queja judicial fue interpuesta a través de Jorge Wated, encargado de la Fuerza de Tarea que gestiona el levantamiento y sepultura de los fallecidos.
En el documento, el Secretario pide que se investiguen estas acciones en el manejo de cadáveres en los hospitales públicos y del Instituto de Seguridad Social (IESS) de Guayaquil. Además, añade que se sospecha “negligencia de funcionarios o la existencia de una supuesta red de personas”. Ellos se dedican a “solicitar dinero a los familiares de los difuntos”, para gestionar la entrega de los cuerpos de fallecidos durante la crisis sanitaria que enfrenta Guayaquil.
La Fiscalía abrió ayer una investigación por el delito de concusión y señaló que indagará a personal de los hospitales. Para el Gobierno, estos hechos originaron una grave situación en los procesos de identificación de los cuerpos.
Durante las búsquedas que hacían estos funcionarios en las morgues, se extraviaron las identificaciones de otros fallecidos. De allí que las autoridades responsabilizan a los representantes de los hospitales por estas anomalías y por las demoras en los trámites.
Los deudos no entienden por qué la devolución de cadáveres tarda hasta nueve días. Ese tiempo tuvo que esperar Willy Maldonado para recuperar los restos de su madre. Él es parte de un grupo formado en Whatsapp, que reúne a 25 familias que aún esperan la entrega de sus seres queridos.
El Comité Permanente por la Defensa de Derechos Humanos también tiene conocimiento de estas demoras y de la pérdida de identificaciones de las personas fallecidas, en las morgues. Billy Navarrete, secretario de este organismo, dice que en los últimos siete días estas quejas no solo se concentran en el Hospital del Guasmo Sur. Casas de salud como el Teodoro Maldonado y el Hospital de Los Ceibos, del IESS, también tienen dramas similares de los familiares.
En esta última, incluso, se registró el extravío de identificaciones de cuerpos que estaban en la morgue. Así lo confirmó Jorge Wated en una entrevista con este Diario. El funcionario dijo que conoció que hace dos semanas un grupo de familiares ingresó a la morgue y por desesperación empezó a romper las etiquetas de los cuerpos. Por esa razón, dijo, muchos cadáveres estaban como NN. Eso generó que Criminalística y el hospital iniciaran un proceso de identificación de los fallecidos; sin eso no podrán ser sepultados.
Para Navarrete, estos hechos constituyen un grave atentado contra los derechos humanos de los fallecidos y de sus familias. Recordó al Estado que la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH), el 3 de abril, señaló que “toma nota del acuerdo interministerial que establece el protocolo para manejo de cadáveres en Ecuador”.
Esos protocolos establecen que tanto las personas que fallecen en hospitales como en domicilios deben estar plenamente identificados. Autoridades del Ministerio de Salud han señalado que las identidades de los fallecidos son colocadas en sus muñecas y en las bolsas de plástico que se usan para su almacenamiento.
Para evitar estos inconvenientes Byron Núñez, experto en Medicina Forense, recomienda que se recojan muestras de tejidos de los fallecidos. De esta forma, se puede realizar un análisis comparativo con los familiares y tener una certeza completa de las identidades. Otra opción es a través de las huellas dactilares.
Hasta el cierre de la edición, autoridades de las casas de salud no se habían pronunciado sobre estas irregularidades. Este Diario envió cuestionarios sobre los cobros ilegales y las pérdidas de cuerpos a los hospitales de Guasmo Sur y de Los Ceibos. Pero no hubo respuesta de los departamentos de comunicación. La única acción conocida es la destitución de un funcionario por los cobros ilegales que ahora investigan agentes fiscales.
En tanto, la Fuerza de Tarea informó que hasta ayer había sepultado a 600 personas y que continúan con las labores de levantamiento.
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