Fiscalía investiga un posible espionaje

Varios de los ministros aseguraron que en la jornada se abordaría sobre austeridad, la situación en Zaruma (El Oro) y el viaje del presidente Lenín Moreno a Estados Unidos.  Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Varios de los ministros aseguraron que en la jornada se abordaría sobre austeridad, la situación en Zaruma (El Oro) y el viaje del presidente Lenín Moreno a Estados Unidos. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Los investigadores ingresaron al Palacio de Gobierno a las 14:36 del jueves y realizaron su trabajo de forma reservada. Foto. Galo Paguay / EL COMERCIO

Tras conocer la denuncia del presidente Lenín Moreno, sobre la presencia de una cámara en el despacho presidencial, la Fiscalía activó de inmediato una investigación. En la tarde del jueves 14 de septiembre del 2017, el agente fiscal Fabián Salazar llegó a Carondelet acompañado de cinco agentes de la Policía Judicial y dos de Criminalística.

Los investigadores ingresaron al Palacio de Gobierno a las 14:36 del jueves y realizaron su trabajo de forma reservada.

En Guayaquil, el Presidente había asegurado que con esto se ha cometido el delito de violación a la intimidad.

Esta ilegalidad está tipificada en el Código Penal (art. 178) y de comprobarse el caso los responsables podrían ser condenados a entre uno y tres años.

El jurista y catedrático universitario, Álvaro Román, dice que lo preocupante es que la seguridad presidencial y la Senain debían haber realizado “un barrido permanente” en la oficina del Presidente. “Considero que ahí están fallando los sistemas de seguridad de protección del Presidente. Él ha confiado su seguridad en FF.AA., pero parece que no se está realizando bien la tarea”.

Por eso, este jurista cree que la investigación fiscal debería extenderse al personal que está a cargo de la seguridad del Primer Mandatario. Hasta el cierre de esta edición seguían las pericias al interior del Palacio Presidencial.

Temprano, el fiscal general, Carlos Baca, se pronunció: “Habría que establecer si existe o no tipo de infracción con respecto al tema de espionaje”.

El asambleísta Roberto Gómez, jefe de bancada de Creo, señaló que el problema va más allá de la cámara oculta y aseguró que esto también tiene que ver con los funcionarios que están alrededor de Moreno. “Se los sigue premiando con cargos en embajadas, ministerios y representaciones”.

Luego de la denuncia del Jefe de Estado, el ministro de Defensa, Miguel Carvajal, retuiteó los pronunciamientos que el Mandatario daba sobre este tema. Mientras que legisladoras como Marcela Aguiñaga reenviaron los mensajes del expresidente Rafael Correa.

El expresidente del Colegio de Abogados de Pichincha, José Alomía, advierte que este hecho se puede considerar un atentado a la seguridad del Estado, tipificado en el Código Penal.

“Políticamente es muy grave. Lo otro es que esto significa que los servicios de Inteligencia tienen falencias”.

530 agentes de seguridad

El servicio que protege al Mandatario opera con 530 agentes élite, entre militares, policías y motorizados de la Comisión de Tránsito de Ecuador. Su misión: proteger la vida del Mandatario las 24 horas.

El Servicio se divide en tres grupos: el administrativo, que se encarga de la organización de las operaciones; el personal de escolta, conocidos también como los Granaderos de Tarqui, a cargo de la custodia de Carondelet y las residencias.

El personal que cuida al Jefe de Estado trabaja bajo una matriz de riesgo, que sirve también para determinar el número de agentes que conforman el círculo de seguridad inmediata, es decir, el grupo más cercano al funcionario.

Entre los aparatos tecnológicos que usa este Servicio hay uno diseñado para analizar el espectro radioeléctrico. Este sirve para detectar equipos de vigilancia electrónica y bloquear cualquier señal espía mediante la descarga de voltaje superior a los 220 voltios.

Reacciones

Ricardo Camacho: “Con el hallazgo de la cámara se ha vulnerado la confianza en el Sistema de Inteligencia. Si hay algún lugar que debe ser seguro en el país es el despacho del Presidente, donde se toman decisiones trascendentales. Esto evidencia que no hubo un relevo adecuado de personal y tecnología. Se cambió posiblemente el personal pero ¿qué pasó con la tecnología, por qué se olvidaron de comunicarle al Mandatario algo tan importante? En el cambio de presidentes el nuevo equipo debió haber hecho un barrido electrónico completo y físico del Palacio, especialmente del despacho.”

Mauricio Proaño: “Vi el hecho en las noticias. El tema es que el servicio de inteligencia del presidente Lenín Moreno debía darse cuenta, porque la seguridad es algo que se revisa regularmente. Además, sí es un hecho que alguien puso ahí la cámara para monitorear. Pero no creo que él (Moreno) haya puesto una cámara para verse a sí mismo; quizás el anterior Primer Mandatario (Rafael Correa) la puso ahí y la dejó. Más allá de eso, no considero que sea un hecho al que haya que darle demasiada importancia.”

Franklin Samaniego: “El hallazgo del equipo de filmación en el despacho se convierte en un tema difícil, pero deberán hacerse las investigaciones necesarias, hasta llegar hasta las últimas consecuencias sobre lo que ha ocurrido en este caso. Todos los funcionarios públicos y más el Presidente de la República que es la primera autoridad deben tener todas las seguridades del caso y si el tema deber llevarse hasta la Fiscalía, yo apoyo totalmente esas investigaciones. Deberán intervenir todos los organismos que correspondan”.

César Carrión: “Eso no es novedad. El espionaje que desde la misma Presidencia se hacía a los ciudadanos, más un interés de los propios del partido Alianza País, aprovecharon y ellos mismos se han delatado, porque ¿quién más puede entrar al despacho de la Presidencia a poner una cámara? Es deplorable el espionaje al que estaba acostumbrado el Presidente anterior. Esperemos que Lenín Moreno tome una distancia más efectiva. Es un hecho delictivo que amerita una investigación profunda, aunque ya sabemos más o menos de donde viene”.

Roberto Gómez: “El problema es que no solo lo monitorean con la cámara oculta en el despacho, sino también con todos los funcionarios que mantiene en la administración pública. No sabía que no hay mesa servida en la economía, que las obligaciones del Estado bordean los USD 60 millones, que la Refinería de Esmeraldas está apunto de colapsar. Ahora se entera de una cámara oculta en su despacho y dice que es una violación a la intimidad, cuando, en realidad, representa un atentado a la seguridad del Estado, espionaje y traición a la Patria”.

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