Así permanece la casa de Bucaram luego de que un juez ordenara su arresto domiciliario. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
La audiencia comenzó en la madrugada y duró tres horas. Un poco después de las 07:00, un juez de Quito ordenó arresto domiciliario para el expresidente Abdalá Bucaram, y prisión preventiva para tres agentes de tránsito de Quito. Los cuatro son señalados por delincuencia organizada.
En la diligencia, la Fiscalía presentó sus pesquisas y mostró que el exjefe de Estado y los uniformados “conformaron un grupo estructurado para planificar los ilícitos”.
Los rastreos revelaron que las actividades delictivas se ejecutaron entre noviembre del 2019 y agosto del 2020”. Es decir, desde el primer arribo de los foráneos a Ecuador.
En ese tiempo “se perpetró una serie de delitos”: enriquecimiento privado no justificado, estafa, uso doloso de documento público, evasión tributaria y, presuntamente, delitos contra la vida.
Esta última figura tiene nexos con el ataque cometido contra los israelíes Oren Sheinman (hospitalizado) y Shy Dahan (asesinado).
La relación de los dos extranjeros con Bucaram y los tres agentes de tránsito sería la “pieza clave” para esclarecer los ilícitos detectados. Fiscalía presentó más de 30 indicios contra los sospechosos.
Entre las pruebas están informes del Servicio de Rentas Internas (SRI), de la Unidad de Análisis Financiero (UAFE) y de la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa).
Reportes bancarios, versiones de agentes, pericias forenses e informáticas son parte de las pruebas que la Fiscalía tiene en su poder. Además, está la denuncia de un afectado.
¿Quién es él? Se trata de Bryan, la misma persona que los israelíes señalaron en su declaración de julio, dijeron que con él hicieron negocios para vender mascarillas en la emergencia y que les ayudó a tramitar las credenciales falsas de la DEA de Estados Unidos.
Además, dijeron que les gestionaba los salvoconductos para que puedan moverse en medio de las restricciones, que tenía relación con los agentes de tránsito de Quito y que los acompañó a Guayaquil, cuando los extranjeros viajaron para contactarse con Jacobo Bucaram, hijo del expresidente.
Ahora, Bryan aparece como afectado. Ayer 13 de agosto, este Diario se comunicó con su abogado, César Valencia, y dijo que su defendido fue víctima de estafa de los dos foráneos por cerca de USD 440 000. “Eso está denunciado ante las autoridades competentes, ocho días antes de que ellos (los dos extranjeros) hayan sido aprehendidos en delito flagrante”.
Añadió que su cliente, aparte de ser víctima, ha sido amenazado por desconocidos. “Suponemos que es por parte de los israelíes”. Dijo que por eso Bryan ingresó al programa de protección de víctimas y testigos desde el 5 de julio último.
Todos los hechos son indagados por las autoridades.
La idea es aclarar y obtener más pistas de Oren Sheinman, quien llegó a un acuerdo con la Fiscalía para aceptar su responsabilidad en el delito de enriquecimiento privado no justificado y acceder a un procedimiento abreviado.
Este es un juicio rápido al que se puede acoger un procesado al aceptar la culpabilidad en un delito; a cambio recibe penas menores.
La audiencia preparatoria de juicio en contra de Sheinman debían desarrollarse ayer, pero quedó pendiente por orden del juez Vicente Guillén.
La suspensión se relaciona con la pericia del celular del israelí, que el juez ordenó el 31 de julio pasado. Según el extranjero, en el dispositivo está información sobre la entrega de dinero que Jacobo Bucaram habría efectuado por la compra de insumos médicos.
“Efectivamente, ha llegado el resultado de la diligencia sobre un dispositivo electrónico, la misma que ha sido incorporada de manera incompleta, por lo que se ha dispuesto, por parte de la Fiscal, se complete o se amplíe aquel informe policial”, indicó el magistrado.
Los abogados del expresidente Bucaram rechazaron todas las acusaciones de la Fiscalía y dijeron que su defendido no cometió ilegalidades.