Redacción Judicial
Al menos 10 testigos de la muerte de Natalia Emme, ocurrida ayer, coinciden en que su fallecimiento se produjo tras el impacto violento de un vehículo Vitara, color blanco, que era conducido por una señora. Pero inicialmente ninguno sabía con exactitud quién era.
El hecho se produjo a las 08:30, en la avenida América y Diego Méndez, a pocas cuadras del Seminario Mayor, al norte de Quito.
La mayoría de testigos decía que era esposa de un funcionario de la Fiscalía, e insistía que ella “conducía el vehículo que transitaba por el carril exclusivo de la Metrovía, a exceso de velocidad. Impactó con tal violencia a Nati, que la lanzó a unos 50 metros”.
Más tarde, cerca de las 11:00, en la Prevención de Tránsito, en las calles Cordero y Pinto, donde fue llevada la mujer como detenida, con resguardo policial, se conoció que se trataba de Liz Borja, esposa del fiscal general, Washington Pesántez. Alrededor de las 18:00 fue liberada.
El Fiscal General dijo ayer, durante la rendicion de cuentas, que se garantiza la independencia de las funciones del Estado y que no interferirá en la resolucion del caso. Además expreso sus condolencias a los familiares de la joven Emme, de 26 años.
Un boletín de prensa, indicó que el accidente se produjo cuando la esposa del Fiscal acudía a cumplir con sus labores, como directora de Emo-Oncología del Hospital Baca Ortiz de Quito, y que “el vehículo de seguridad de la Fiscalía, en el que se transportaba la doctora Borja, era conducido por el policía Wilson Velasteguí, cuando la accidentada cruzaba la calle hablando por celular”.
Pero Alain Reyes, quien también presenció el percance, señaló que “un señor que iba con ella (Liz Borja) en el asiento del copiloto se bajó para coger el volante. Ella trató de escapar, pero la gente se lo impidió. La señora detenida conducía el auto”
Verónica Velásquez, amiga de Natalia, con lágrimas en los ojos recordó la pesadilla. “Ella cruzaba la calle y un Suzuki la cogió de un lado y la arrastró unos 50 metros, si la señora frenaba, Nati se salvaba… le di los primeros auxilios, pero ya estaba sin los signos vitales”, cuenta Velásquez, quien es médica de profesión.
Esteban Sáenz, también testigo del accidente, afirmó que una señora conducía el Vitara, y los policías que llegaron a los pocos minutos, en un número cercano a los 100, los amedrentaron, y lanzaron gases. En medio de los incidentes, la implicada fue trasladada a otro automotor de seguridad de la Fiscalía que llegó al lugar de inmediato.
Luego se formó un tumulto de proporciones. Cerca de 300 personas se congregaron en la vía y bloquearon el tránsito dos horas.
Después de que Borja fue sacada con resguardo policial, la mayoría de los presentes, indignados, insultaba a los policías que intentaban restablecer el orden en la calle. L
Jacqueline Estupiñán, del Observatorio Judicial de Pichincha, contó que el policía Velasteguí, quien está detenido junto a Borja, le dijo: “Yo soy el responsable del accidente”.
Mientras, Estupiñán hacía esas declaraciones ante la Policía, llegó María Elena Bedoya, madre de la víctima, quien se abrazó, entre lágrimas, con su esposo, Toni Emme, un conocido músico argentino, que reside muchos años en Quito.
Víctor Hugo Cevallos, quien es el abogado de Borja, dijo que en el parte policial consta la declaración de Velasteguí, quien ratificó que él conducía el vehículo. Para confirmar esa declaración dijo que pedirá el video del accidente al servicio Ojos de Águila.
Cevallos insistió en que la esposa del Fiscal iba en el vehículo como copiloto. El profesional sostuvo que “se pudo haber cometido una contravención de tránsito al circular en el carril de la Metrovía, pero no significa que ella haya manejado el vehículo”. Hoy está previsto que se lleve a cabo la audiencia de formulación de cargos en este caso.