Manila/Hanoi, Reuters
Las autoridades de Filipinas se preparaban el martes para otra tormenta mientras la cifra de víctimas fatales a causa del tifón Ketsana llegaba a 246, el costo de los daños bordeaba los 100 millones de dólares y Vietnam reportaba 18 muertos.
Ketsana, que azotó inicialmente a las Filipinas durante el fin de semana llegó con fuerza a la costa central de Vietnam el martes en la tarde, mientras el Gobierno emitía alertas de riesgo de importantes inundaciones desde la provincia de Thanh Hoa, en el norte, a la provincia de Lam Dong, en las tierras altas centrales.
Dieciocho personas han muerto en Vietnam, reportó el periódico en línea Vietnam Net (www.vietnamnet.vn), citando información preliminar del Gobierno. Muchas áreas han resultado inundadas, incluyendo zonas de la ciudad portuaria de Danang, según mostró el canal estatal de televisión de Vietnam. El tifón se dirigía al sudoeste, hacia Laos.
Los meteorólogos dijeron que una nueva tormenta que se estaba formando en el océano Pacífico posiblemente ingrese en aguas filipinas el jueves y toque tierra en la norteña isla de Luzon, mismo lugar donde el sábado golpeó el tifón Ketsana. Ketsana derramó más del promedio mensual de lluvias sobre Manila y alrededores en apenas 24 horas.
Aproximadamente el 80 por ciento de la ciudad habitada por 15 millones de personas fue inundada por las precipitaciones. El Gobierno filipino ha sufrido duras críticas por su respuesta ante el desastre, la que muchos calificaron de inadecuada y tardía. Las autoridades estimaron que el daño causado por la tormenta hasta el momento es de alrededor de 4 690 millones de pesos (98,5 millones de dólares).
Más de 1,9 millones de personas han sido afectadas y 375 000 han abandonado sus hogares y buscado refugio en centros de evacuados. Además, sobre 3 000 hogares han resultado dañados o destruidos.
En Vietnam, cerca de 170 000 personas fueron evacuadas antes de la llegada del tifón. Un comunicado del Gobierno indicó a las autoridades que sigan movilizando a las personas fuera de las áreas amenazadas por posibles inundaciones de la lluvia torrencial asociada que empezó a caer durante las últimas horas del lunes.
Autoridades de manejo de desastres filipinas señalaron que la cifra de muertos podría aumentar una vez que se conozcan los reportes de áreas remotas. Decenas de personas siguen desaparecidas.