Los impuestos de las salvaguardias a los productos importados, así como la crisis por la caída del precio del petróleo encarecieron las celebraciones de Navidad y de fin de año.
Ambas situaciones influyeron en el aumento del precio de algunos bienes que se adquieren en Guayaquil, Quito, Santo Domingo, Ambato, Cuenca, Ibarra y Manta.
Por ejemplo, el pavo es uno de los productos más apetecidos en Guayaquil, de manera especial para la cena de fin de año. Una dependiente de una avícola en el norte de Guayaquil comenta que este año el precio del pavo importado sufrió un leve incremento con relación al 2014, debido a las sobretasas por la importación.
Otra opción gastronómica demandada es la pierna de chancho, cuyo valor no subió frente al 2014.
En zapatos y vestimenta, el precio varía según el lugar. En tiendas de centros comerciales y malls hay promociones, descuentos y combos con precios bajos. Giovanny Chancay, por ejemplo, dijo que el año anterior adquirió un par de zapatos en USD 170 y que este año, gracias a una promoción, consiguió un par en 155. “El precio real alcanzaba los USD 185”.
En Santo Domingo, los precios se incrementaron entre un 10 y 5% en relación con el 2014.
El economista Carlos Argüello explicó que se debe al año económico difícil que vive el país, lo que ha creado una reacción en cadena en varios sectores de la economía que debieron elevar costos para mantener sus finanzas.
Los mayores costos se evidencian en la ropa y comida. Los comerciantes indicaron que subieron los precios para cubrir los sueldos de los empleados y porque sus proveedores les entregaron artículos con nuevos valores.
Para el titular de la Cámara de Comercio, Édgar Ordóñez, pese a la elevación, las personas no dejan de adquirir porque con los años se volvieron imprescindibles dentro de las prioridades del hogar. “Creo que por esto no se escuchan comentarios contrarios. Existe la tendencia de que la ropa y los regalos se compran con el bono navideño y una parte del sueldo de fin de mes”.
En Ambato, el valor de algunos productos subió y en otros se mantuvo. Están el pavo, la pierna de chancho, vino, camisas, pantalones y calzado.
Por ejemplo, por la temporada navideña, hubo una reducción de costos en un 25%, especialmente en las prendas de vestir, para atraer a los clientes.
Carlos Córdova, gerente de Creaciones Córdova, contó que un pantalón de casimir importado que costaba USD 45 bajó a 35. “La idea es que haya salida de mercadería por la temporada. Hemos notado una recesión económica que hizo que las ventas bajaran un 25%. Con el descuento lo que buscamos es que las ventas se mantengan para evitar despidos y por eso, las promociones”.
En la Plaza de Calzado Juan Cajas, Carmen López, comerciante de calzado en la Plaza Juan Cajas, explicó que los zapatos importados que se vendían en USD 45 subieron a 60, por los aranceles. Los que mantienen los precios son los de las empresas ambateñas.
El precio de los pavos se mantuvo puesto que hubo oferta, pero bajó la demanda. Marcia Lascano, comerciante de pavos en el Centro Comercial Colón, dijo que los valores se han mantenido, por la poca demanda.
En la capital azuaya, de acuerdo con las tiendas consultadas, la mayoría de los productos registra un aumento. El argumento es que los productos que consume la clase media están gravados con las salvaguardias.
Para Mishell Saúd, presidente de la Cámara de Comercio de Ibarra, la subida responde a varios factores. Entre ellos están una mayor demanda en esta temporada y las sobretasas arancelarias a varios productos importados. Paralelamente, comenta, hubo un alza en los costos de las materias primas, como textiles y calzado.
Como estrategia para captar clientes, Saúd explica que el sector comercial realizó una campaña publicitaria invitando a consumir los productos. Con ello se buscaba atraer a los ecuatorianos que prefieren ir de compras a la vecina ciudad de Ipiales (Colombia), que oferta artículos a menor costo, por la devaluación del peso colombiano frente al dólar.
Ciudadanos como Rubén Torres, vecino de Ibarra, consideran que todo está más caro. Se refiere a artículos como el vino y el pavo. En locales comerciales, como Boutique Kollezione se instalaron carteles que señalan que hay vestidos de USD 20, 25 y 30, los cuales costaban menos el año pasado.
En Manta, el aumento de los precios fue evidente en ropa y zapatos por los aranceles.