El 48% de ingresos de la empresa pública Ferrocarriles del Ecuador vino del Estado en el 2017 (USD 24 millones).
El restante 52% provino de la venta de boletos del producto Tren Ecuador, pero eso no es suficiente para cubrir los gastos corrientes, reconoce su gerenta, Fabiola Arévalo.
Durante ocho años esta firma estatal, que nació en abril del 2010, ha obtenido USD 35,5 millones por la venta de boletos de ocho expediciones.
Actualmente se mantienen seis expediciones que han atraído a más de un millón de pasajeros. Por los viajes pagan entre USD 20 (Tren de la Dulzura) y USD 100 (Tren de los Volcanes III). La expedición con más demanda es la de Nariz del Diablo (Sierra Centro), que registra 45 000 viajeros, solo en este 2018.
El Tren Crucero, otro producto turístico que se implementó el 2013, ha dejado ganancias por USD 6,6 millones.
El Tren Crucero es el producto estrella de Tren Ecuador, pese a sus bajas ganancias. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Cada pasaje en esta opción turística cuesta USD 1 735, pero Arévalo considera que dejó de ser rentable y, al igual que el resto de expediciones, entró en evaluación del costo-beneficio de cada uno.
Para este proceso se ha considerado el hecho de que estas rutas permiten que 180 emprendimientos se mantengan por las visitas de los pasajeros.
Hay 2 000 familias que dependen de estos negocios y esta ha sido la razón principal para detener el cierre de esta empresa pública.
Es así que dentro del plan de optimización del Estado, el futuro de esta empresa aún está en análisis. Según la Secretaría General de la Presidencia, no se ha contemplado su absorción por parte del Ministerio de Turismo, que lidera su Directorio. Este Diario solicitó una entrevista al ministro Enrique Ponce, pero hasta ayer no hubo una respuesta.
Richard Dávila, presidente de la Asociación de Turismo Receptivo del Ecuador, cree que la operación del tren debe mantenerse porque es un producto único. “Lo que no estuvo bien fue enfocarlo a un mercado demasiado alto. Como servicio público el tren funciona bien en todo el mundo”.
De acuerdo con las cifras que maneja la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (Emco), Ferrocarriles ha perdido USD 25 millones desde el 2016 hasta julio de este año.
Para Patricio Jaramillo, asesor técnico de la empresa, estas cifras negativas se esperaban desde su creación. “Desde que se concibió este proyecto se sabía que debía ser subsidiado por el Gobierno central. No hay tren turístico en el mundo que arroje valores positivos”.
Sin embargo Francisco Rendón, titular de Emco, fue enfático al decir que una empresa que vive de fondos públicos no es una empresa. Y con esta premisa se está evaluando a esta y al resto de firmas estatales.
Una inyección vital de recursos para Ferrocarriles fue la del Ministerio de Educación, a través del programa escolar Tren Educativo. Según una auditoría de la Contraloría, solo en el 2016 pagó
USD 6,9 millones para que los alumnos con altas calificaciones viajaran en los trenes.
Tras cinco años de operaciones y resultados positivos, gracias al aporte del Fisco, las autoridades explican que se “transparentó” la inversión, el costo operativo, los ingresos por autogestión y el mantenimiento.
El Estado asignó USD 380 millones, que se usaron por cuatro años en la obra civil para viabilizar el proyecto.
A partir del 2016, cuando ya se terminó toda esa inversión, empezaron a pesar los gastos, los cuales no han podido ser cubiertos con los ingresos provenientes del giro de negocio.
Por ejemplo, el mantenimiento mensual de 17 de las 25 unidades habilitadas cuesta USD 25 000. Y mantener activas seis expediciones y el Tren Crucero demanda USD 1 millón más al mes. Esto no incluye otros rubros, como salarios de todos los 440 empleados.
Hasta el momento no se ha desvinculado personal, aunque están en trámite las jubilaciones de 71 trabajadores. Los viáticos, pago de horas extras y viajes de funcionarios también están en revisión.
Para evitar más pérdidas, Arévalo mencionó posibles concesiones e inversión de empresas públicas y privadas para la rehabilitación de toda la línea férrea. Hasta hoy están habilitados 508 km de los 965 que conforman esta red.
También se ha analizado la venta de paquetes sin todos los servicios incluidos.
Diego Padula, presidente de las Agencias de Turismo del país, también barajó esta última opción, para evitar que los turistas extranjeros comparen su costo del Tren Crucero con un viaje a Galápagos.
Para los turistas nacionales, en cambio, esta ruta que va de Quito a Durán resulta un lujo.
Hay que tomar en cuenta que esta empresa también fue creada vía Decreto para que administre el transporte férreo de pasajeros y de carga, pero hasta hoy no se ha concretado.
Las rieles rehabilitadas no soportarían automotores con carga, señaló Jaramillo.
La gestión de esta empresa, además, ha sido objeto de 36 exámenes especiales de la Contraloría desde el 2012. Se auditaron ingresos por boletos, compra de bienes, arriendos, entre otros, donde se han evidenciado pagos y contratos sin respaldos, desfases contables y deudas por cobrar que suman USD 2,9 millones.
En un informe a la auditoría financiera del 2014, por ejemplo, se habla de fondos registrados por USD 4,5 millones, por el servicio de transporte de pasajeros, que no fueron justificados por los auditores.
Estos inconvenientes fueron superados, según Jaramillo, con la implementación de un nuevo sistema contable. Las cuentas por cobrar a entidades como Acerías del Ecuador, agregó, están en proceso de recuperación.