Fernando Carrión guió a miembros de los equipos por La Alameda, que se fusionará con la Plaza de La República. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Una ciudad conectada, que cuente con grandes espacios verdes, complementados con elementos simbólicos, monumentos y áreas para recrearse y acceder a servicios. Esa es la idea base del proyecto del Corredor Metropolitano, que dirige el urbanista Fernando Carrión y que ya fue presentado ante la Comisión de Uso de Suelo del Concejo.
El pasado miércoles 18 de septiembre de 2019, el asesor del alcalde Jorge Yunda guió a dos representantes de cada uno de los 45 equipos (40 nacionales y 5 extranjeros) que se inscribieron para el concurso por cuatro de las 10 nuevas centralidades que se planean entre las avenidas Panamericana Norte y Sur (ver infografía).
Los participantes tienen hasta el 28 de octubre para entregar ideas sobre el diseño de espacios públicos llenos de árboles, arbustos y flores que ofrezcan servicios y atraigan a la gente hacia la ciudad. Así, el Municipio busca contrarrestar la dispersión que ahora hay hacia las afueras de la urbe y volver al origen de Quito: una ciudad que se ramificó alrededor de sus espacios públicos.
Robinson Cueva es arquitecto y forma parte de un equipo de 12 personas entre urbanistas, sociólogos y abogados. Ahora buscarán un escultor y un diseñador gráfico para que diseñe su presentación. Dice que esta es una de las pocas oportunidades para proponer algo grande que genere un cambio. El reto es lograr una idea fuerte, en tiempo récord.
Los equipos cuentan con profesionales independientes, docentes, empresas, universidades, ONG y organizaciones sociales. En el de Diego Mafla están estudiantes y profesionales de Arquitectura, Biología, Antropología, pues “esto articula teoría y práctica”. Por eso escuchan ideas y necesidades de organizaciones barriales de El Condado y Calderón y han pedido asesoría del Instituto de Arquitectos de Brasil.
Si bien el eje son las vías Maldonado, Guayaquil, 10 de Agosto y Galo Plaza, las intervenciones abarcan territorios más amplios, como la que articula el sector de La Recoleta, El Censo, El Sena, El Trébol, el parque lineal del Machángara y El Panecillo. Cerca, en Chimbacalle, se proyecta iniciar un parque lineal que siga la ruta del tren, inspirado en el High Line Park (Nueva York).
Soledad Anda considera que trabajar con un equipo interdisciplinario y con participación ciudadana es importante para concursar. Cuenta que su grupo se organiza por fuera de su horario laboral y le roba horas al sueño para planificar su propuesta, porque “la ciudad debe cambiar de alguna manera porque se siente un malestar ciudadano con todo lo que está pasando en la urbe”.
Luego de la revisión de los trabajos, se elegirá a tres equipos que elaborarán anteproyectos y entre ellos se decidirá el ganador en abril del 2020. Pero están en libertad de fusionarse si lo creen necesario.
En esa etapa se definirá la inversión requerida, pero ya se adelantan charlas sobre financiamiento. Está previsto que en el presupuesto municipal se destine un rubro para el Corredor. Carrión ha hablado con las cámaras y surgió la idea de generar un fideicomiso que reúna el aporte empresarial, a través de un porcentaje extra en el predial. Además, se ha conversado con el Gobierno y con organismos nacionales e internacionales para generar líneas de crédito.
Dentro del proyecto se contemplan ramificaciones en sentido oriente-occidente, como los parques de la Mariana de Jesús, o trabajos en distintos puntos, como las plazas del Centro Histórico y los alrededores de las 15 estaciones de la línea 1 del Metro de Quito.
Luego podrían sumarse corredores más cortos en vías como la América, 6 de Diciembre, Colón o Rodrigo de Chávez, en sentido transversal. El primero será el de la Naciones Unidas, que incluiría un nuevo Estadio Olímpico Atahualpa. Aunque este tema está aún en fase preliminar, Carrión considera que de concretarse, se podría dejar espacio para un bulevar. Así se integraría la zona con la Interoceánica y nacería una gran centralidad entre la estación del Metro, la Plataforma Financiera y La Carolina. Para Carrión, esta sería una alternativa a la Solución Vial Guayasamín, que está parada. Este proyecto podría cambiar la ciudad, según la presidenta del Colegio de Ingenieros, Verónica Miranda. Señala que la recuperación de espacios públicos regeneraría el tejido social y aportaría con mayor densificación que le ahorraría a la capital costos en el equipamiento urbano que genera la dispersión.