Para Fernanda Abril el gótico es su estilo de vida. Diseña su ropa y la vende en Godos, el local que abrió en el Centro Histórico de Cuenca.
Su estilo también se expresa en la decoración de su casa. En su cuarto hay telarañas artificiales. Las paredes están decoradas con tules, encajes y telas negras… Lo único que contrasta en ese escenario es la presencia de su esposo, José De Laroche, y de su hijo Martín.
Ella luce en su brazo derecho un tatuaje de pétalos de rosas rojas secas. “Fue un tributo a mi abuela. Cuando murió quise hacerme un tatuaje”. Abril se declara una mujer feliz y dice que el color le ayuda a expresar sus sentimientos. Lo mismo pasa con la música que escucha.