En el balneario de San Clemente, en Manabí, se realizó el festival de la pinchagua. Foto: Coordinación de Turismo de la zonal 4
Playas y hoteles llenos. Es el balance que hacen algunos operadores turísticos de la costera provincia de Santa Elena. En el cantón Salinas, algunos hoteleros habían proyectado llegar al 50% de ocupación. “En los feriados anteriores habían sido muy bajos, así que pensábamos estar entre el 40 y 50%. Pero hemos llegado al 95 y 100%”, explica Ottón Arboleda, presidente de la Cámara de Turismo del cantón peninsular.
Salinas cuenta con unas 3 000 plazas hoteleras formarles y llega a las 15 000 si se suma al sector informal. A más de playas, el cantón cuenta con otros atractivos como el avistamiento de ballenas en esta época del año y la reserva La Chocolatera, que concentra unas 100 000 visitas por semana.
Arboleda asegura que han recibido a turistas de la Sierra, principalmente. Y aunque para los hoteleros los resultados han sido positivos, otros negocios no se dinamizaron tanto. “Los restaurantes, por ejemplo, estuvieron a menos del 50%”.
Una situación similar se vivió en las playas del cantón Santa Elena, en la reconocida Ruta del Spondylus. Douglas Dillon, coordinador de la Ruta del Sol, cuenta que llegaron sobre el 70% de ocupación hotelera. “El flujo de ingreso de turistas ha sido muy bueno, especialmente de Cuenca y de Guayaquil”.
Santa Elena cuenta con 5 133 habitaciones y un total de 15 510 plazas de alojamiento, según datos Ministerio de Turismo. Muchos hoteles de la zona norte, como Montañita, se llenaron.
Sin embargo, los gastos en comida y entretenimiento fueron más bajos. “Hemos logrado llenar (los hoteles), pero no con los costos de feriado que suelen incrementarse en un 30%. En esta época incluso hemos tenido que recurrir a combos”, aseguró Dillon.
En la provincia de Manabí se realizaron festivales gastronómicos, de deportes extremos y conciertos para atraer visitas. Foto: EL COMERCIO
Un poco más hacia el norte, en Manabí, las autoridades de turismo recurrieron a festivales gastronómicos, de deportes extremos y conciertos para atraer visitas. 15 eventos en total fueron programados para estos días.
Ayer, 13 de agosto del 2016, el balneario de San Clemente fue el escenario del festival de la pinchagua; en San Vicente se realizó el festival de la langosta; en Pedernales se realizó un enorme ceviche de camarón y en Olmedo optaron por hacer un homenaje a la tonga, un platillo muy popular en las zonas rurales manabitas.
Estas estrategias son parte de los planes de reactivación turística de la provincia, seriamente afectada por el terremoto del pasado 16 de abril. Sara Fernández, directora de Turismo de Portoviejo, dijo que esperaban llegar a más de 3 500 asistentes en los diferentes eventos.
Hoy, el sabor del tradicional caldo de gallina criolla se tomó la parroquia Chirijos de Portoviejo. Desde hace varias semanas, sus habitantes alistaron los hornos de leña para preparar este y otros platillos típicos de la gastronomía montuvia, como seco de gallina y las tongas.
Las playas también concentraron turistas. Un promedio de 3 000 visitantes ingresaron por día a Los Frailes, en la reserva Machalilla, según informó el Ministerio de Ambiente. En tanto que Crucita atrajo a los amantes del surf y del kitesurf.