La capital azuaya acogió a menos turistas en este feriado por Navidad. Foto: EL COMERCIO
La capital azuaya acogió a menos turistas en este feriado por Navidad, en comparación a otras celebraciones como Carnaval o por las fiestas de Cuenca. En esas épocas, la ocupación llega casi al 100%, en la mayoría de lugares de hospedaje.
En esta ocasión, las habitaciones de los hoteles fueron ocupadas entre el 40% y 88%, conforme a un recorrido realizado por este Diario; mientras en la Terminal Terrestre hubo normal movimiento de personas que portaban maletas, cargaban bolsos y mochilas.
Hasta el mediodía de este lunes 25 de diciembre del 2017, la venta de boletos con destino a Guayaquil, Machala, Huaquillas, Macas, Gualaquiza, Loja, entre otras ciudades, se realizó sin mayores aglomeraciones. Para la tarde y noche se preveía el incremento de pasajeros.
El guayaquileño Iván Trillo retornó a su ciudad de origen tras una visita de dos días al cantón azuayo de Paute. Él estaba acompañado de su madre y otros parientes. Algunos cuencanos también estaban en la Terminal Terrestre para despedir a sus familiares que llegaron de diferentes ciudades del país para celebrar la Navidad.
Cecilia Carrión, vendedora de boletos de la Cooperativa Azuay Internacional, contó que el jueves 21 y viernes 22 de diciembre se incrementó el número de cuencanos que viajaron a Perú. El objetivo fue visitar Chiclayo, Piura y Máncora, aprovechando el feriado.
En cuanto a la ocupación hotelera, no todos tuvieron la acogida que esperaban. El Dorado, por ejemplo, llegó al 40% de las 52 habitaciones disponibles. Así lo informó Sebastián Abad, quien reconoció que las mejores épocas son por Carnaval y en las fiestas por la Fundación de Cuenca.
Según Anderson Maldonado, recepcionista del hotel Presidente, en este feriado de Navidad se cubrió el 75% de las 80 habitaciones. Sus clientes llegaron de Guayaquil, Quito, Machala y Loja, sumándose algunos extranjeros.
Al hotel Oro Verde le fue mejor. Cubrió el 88% de las 69 piezas disponibles, con clientes provenientes de la costa ecuatoriana. El gerente general, Marcelo Ferrari, reconoció que “nos fue muy bien en hotelería puesto que tuvimos una alta ocupación”. Para la cena navideña se tuvo que abrir otros espacios por la buena respuesta del público.