La Feria del Libro de Guayaquil ofrece espacios para los niños

Redacción Guayaquil 
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En una pequeña mesa de plástico, la pequeña Camila Martínez escribía en una hoja de cuatro líneas. “Había una vez un rey que quería mucho a su pueblo”. Esta fue   la primera oración de un pequeño cuento que, a través de la escritura,  quería compartir con sus compañeras  y su maestra.

La agenda de hoy
De 16:00 a 18:00,     homenaje a tres autores centenarios: Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta y Ángel F. Rojas.
De 18:00 a 19:00,  es la presentación  del libro de poesía ‘Entre silencios azules y cálidos’, de Mariana Roldós, y de la novela ‘Con las ánimas célebres’, de Piedad Romo-Leroux.
De 20:00 a 21:00,  Carlos Prado presenta su programa musical.

Las otras tres sillas estaban ocupadas por María de los Ángeles Marín, Camila Martínez y Bianca Paredes. Las cuatro son alumnas del tercero de básica de La Inmaculada, un   colegio tradicional de Guayaquil. En el centro de la mesa estaba un vaso que contenía una veintena de lápices de colores. Bianca eligió el amarillo para dibujar un sol, verde para el pasto y café  para  las montañas.

El negro usó para trazar los árboles, los pájaros y el palacio donde vivía el rey. Sus otras dos compañeras iban por el mismo camino.
Pocos minutos antes de iniciar esa actividad, las   alumnas de tercero básica escucharon  varios cuentos. La tarea, entonces, era dibujar lo que habían escuchado o   volver a contar, pero a su manera.

Esta actividad se repetía en otras nueve mesas que estaban en uno de los espacios habilitados para las actividades con los niños en  la Feria Internacional del Libro Guayaquil 2009.

A pocos metros, en el auditorio principal, unos 80 niños y niñas seguían  con su mirada al ambicioso rey. Ninguna persona de la corte del rey le decía lo ridículo que eran los trajes que usaba. Era tan vanidoso que perdió la noción de la realidad, hasta el punto de estar    desnudo y creer que vestía los trajes. Solo un niño se atrevió a decirle la verdad. La trama estaba a cargo de los  integrantes del grupo

Papagayo, de la Fundación Leonidas Ortega. Aleyda Santiago, directora del grupo, cuenta que la sinceridad, la honestidad y la verdad son valores que se transmiten  a los niños con esta obra.

Esta actividad   se une  a otras programadas hasta el domingo próximo, cuando termina la feria. Norma Alfonso, docente del séptimo de básica de la Escuela  Nuestra Señora de la Caridad, dice que es necesario que los niños se acerquen a los libros    de una manera   lúdica. Por ello, 54 escolares  participaron, desde las 09:00 hasta las 13:00 en  las actos  organizadas por la feria guayaquileña.

Cuento cuentos fue una de las opciones. La actividad está a cargo de 40 personas del Sistema Nacional de Bibliotecas (Sinab).  Jackelinne Calderón, funcionaria, explica que la narración de cuentos, la música, el teatro, los títeres son las actividades que desarrollarán los escolares que visiten la Feria. El año pasado fueron unos 50 000. Se espera que en esta cuarta edición lleguen 60 000.

Cerca de las 13:00, los buses escolares estaban en las afueras del Palacio de Cristal, ex Mercado Sur, en el centro de Guayaquil. Ordenados uno detrás de otro se dirigían a los vehículos. Algunos de los pequeños iban con sus botellas desechables de agua, para calmar la sed. Los rayos del sol pegaban con fuerza a los pequeños.

Unos cansados, otros alegres, regresaban a su casa.

Para ayer en la noche estaba previsto que se realice la presentación del  libro de cuentos de Miguel Donoso Pareja. También, los ex talleristas le rendían un homenaje al escritor guayaquileño.

La Feria terminará el próximo domingo. El horario establecido es de 10:00 a 21:00. El acceso a las instalaciones es gratuito.

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