Los transeúntes llegaron al puente Mariano Moreno, de Cuenca, en donde se pintó un graffiti contra el femicidio. Foto: Liz Castillo / EL COMERCIO
El puente Mariano Moreno amaneció grafiteado. “¿Quieren que dejemos de rayar sus muros? Fácil: dejen de matarnos”, se lee en este paso que une a la Cuenca antigua con la moderna. Poco a poco, la gente llegó al lugar. Unos depositaron flores y otros, velas blancas.
“Esto duele a todos”, dijo Martha Urgilés. Prendió una vela y se fue. En cada rosa se colocó un corazón con el nombre de las víctimas de femicidio en Cuenca. Son Maribel, Cristina, Katherin, Gladys, Yomira, Mélani, Marilín, etc.
Otros colocaron un cartel en contra de estos hechos. “Si tocan a una, respondemos todas”, se decía en una parte.
Hace tres días, Maribel, de 26 años, perdió la vida luego de ser atacada con 113 puñaladas. Ocurrió en la parroquia cuencana de Totorococha.
Sus restos fueron encontrados al interior de un taller mecánico y dos pequeños niños quedaron en la orfandad.
Ayer, 6 de noviembre del 2020, su nombre se escuchó en plantones que también se desarrollaron en diferentes sitios de Cuenca. Hay malestar, pero la Policía dijo que no existe un repunte de la violencia.
Las estadísticas que los agentes recopilaron entre enero y noviembre del 2019 muestran 47 casos en el país. En el mismo período de este año van 49.
Guayas ocupa el primer lugar con seis femicidios. Azuay y Los Ríos comparten el segundo puesto con cuatro cada una. En Babahoyo, la capital de esta última provincia, se registró un hecho violento el martes de esta semana.
El cuerpo de una mujer, de 24 años, fue encontrado en el interior de una funda de basura.
Estaba maniatado y embalado. El hallazgo se produjo en la casa de su presunto agresor. Se trata de un amigo que conoció en el trabajo, según datos entregados por la Policía.
El padre de la víctima había denunciado en redes sociales la desaparición de su hija. El principal sospechoso incluso compartió esas publicaciones.
Los agentes dijeron que quería despistar a todos. El papá acudió en varias ocasiones a la casa del hombre. Conocidos le indicaron que vieron a la chica entrar al domicilio.
El sospechoso negó aquello, pero logró ingresar en un tercer intento. Lo hizo acompañado de la Policía Nacional.
Los investigadores cuentan que al borde de la cama vieron una bolsa. Al preguntarle sobre su contenido, el hombre dijo que era basura que iba a tirar.
El papá la abrió y constató que ahí estaba el cadáver de su hija. “Tenía huellas de asfixia”, señalaron los gendarmes.
A los agentes que investigan estos casos les llama la atención “la saña” con la que se perpetraron los ataques.
Por ejemplo, en el examen médico legal realizado a la joven asesinada en Ambato se determinó que recibió 24 puñaladas; la mayoría en su espalda. Esto fue reportado el domingo 1 de noviembre.
El presunto responsable está detenido. Tiene prisión preventiva por esta muerte y se busca abrir un nuevo expediente, porque también apuñaló a un hombre, pero él se salvó.
Iván Naranjo, jefe de la Dinased-Quito, señaló que hay complicaciones para prevenir este tipo de delitos, ya que la mayoría se desarrolla en espacios privados. Dijo que la entidad refuerza los programas para disminuir la violencia con los policías comunitarios.
La Dinased avanza en las investigaciones de los dos hechos registrados en Pichincha. En uno se determinó que el agresor de una chica de 25 años es un familiar con el que había tenido una relación sentimental. Dos heridas con cuchillo a la altura del cuello provocaron su muerte.
Para Juana Fernández, experta en género de la Fiscalía, el femicidio es “la punta del iceberg” que evidencia una serie de actos que se cometen en contra de las mujeres.
Solo entre marzo y octubre de este año, el ECU-911 recibió 70 439 llamadas de auxilio relacionadas con violencia intrafamiliar. La mayoría proviene de Guayas y Pichincha.
Este Diario accedió a grabaciones recientes realizadas por quienes vieron los golpes. Ahí se escucha la desesperación para que el personal de la Policía acuda de inmediato a impedir que continúen las agresiones en contra de las víctimas.