Abogado busca inimputabilidad para sospechoso de femicidio en Quito

El pasado 22 de septiembre del 2017, fue hallado el cuerpo de una joven de 18 años en el sector de Luluncoto. Foto: EL COMERCIO

El pasado 22 de septiembre del 2017, fue hallado el cuerpo de una joven de 18 años en el sector de Luluncoto. Foto: EL COMERCIO

Al mediodía del 22 de septiembre del 2017 fue hallado el cadáver de una joven de 18 años en Quito. Foto: EL COMERCIO

Las cámaras de videovigilancia captaron a Daniela en los rieles del tren, perseguida por un hombre que luego fue identificado como Jairo J. Minutos después, la joven apareció muerta en el sector, cerca de su colegio, en Quito. El crimen fue perpetrado al mediodía del viernes 22 de septiembre del 2017.

Veinte días después, Mariano Enríquez, abogado de Jairo J., asegura que su defendido no recuerda lo ocurrido, porque -según él- padece de una enfermedad mental, lo que lo convertiría en "inimputable".

"Él tiene lagunas mentales, no recuerda nada de ese momento y jamás ha tenido ninguna relación con ella, eran muy amigos nada más", sostuvo Enríquez la tarde del jueves 12 de octubre del 2017, durante el reconocimiento del lugar donde fue hallado el cadáver de Daniela, en Luluncoto.

El 22 de septiembre, con base en el video y con información obtenida por los investigadores referente a que la joven supuestamente había tenido una relación con su agresor, la Policía llegó a la casa del sospechoso y lo arrestó 10 horas después del crimen. 

El imputado -según el informe de la Policía- habló ese día del ataque a Daniela. En la audiencia de flagrancias, el sábado 24 de septiembre del 2017, Jairo J. incluso dijo que había actuado por celos. El detenido contó que había escondido un cuchillo en un bloque.

La autopsia reveló que Daniela murió por una hemorragia aguda externa e interna, laceración del lado derecho del cuello, de la vena yugular, y penetración de arma cortopunzante.

Desde el inicio del proceso, el abogado de Jairo J. busca que el sospechoso no sea condenado a cumplir una pena en una cárcel y, además, que el caso no sea tratado como femicidio.

En la audiencia de flagrancias, la defensa de Jairo J. ya alegó que el joven sufría de una enfermedad mental. El Juez pidió designar a peritos psiquiatras para que emitan un informe sobre el tema, pero ordenó el inicio de la instrucción fiscal por el delito de femicidio.

Al aducir que su defendido padece lagunas mentales y una enfermedad mental, Enríquez busca la aplicación del artículo 76 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que contempla el internamiento en un hospital psiquiátrico "a la persona inimputable por trastorno mental. Su finalidad es lograr la superación de su perturbación y la inclusión social. Se impone por las o los juzgadores, previo informe psiquiátrico, psicológico y social, que acredite su necesidad y duración".

Asimismo, al asegurar que no existió una relación previa entre Jairo y Daniela, Enríquez busca que no se considere la figura de femicidio, tipificado en el artículo 141: "La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género, será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiseis años".

Agentes de la Policía, Fiscalía y familiares de la víctima también acudieron el jueves 12 de octubre al reconocimiento del lugar del crimen en el sur de Quito. En la diligencia se recordó que la joven, quien había acabado de cumplir 18 años, fue encontrada con una herida en el cuello.

"Lo único que espero es que este hecho no quede impune", reclamó Maribel Cedeño, madre de Daniela, en la diligencia judicial. La madre dijo que no conocía sobre alguna relación de noviazgo. "Se conocían dos años porque eran compañeros. Él la acompañaba a la casa, jamás entró".

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