El rey Felipe VI saluda a su paso por la Carrera de San Jerónimo en su trayecto hacia el Palacio Real en un Rolls Royce descapotable, perteneciente a Patrimonio Nacional. Foto: EFE
1.- Un monarca sin cortes ni pompas
Los españoles ven hoy con desagrado cualquier señal de ostentación o fastuosidad. De hecho, en la ceremonia de proclamación de Felipe VI no hubo carroza ni el rey se colocó su corona. Durante su reinado, sólo podrá ejercer liderazgo mediante su palabra austera y su ejemplo, y deberá tener suficiente olfato para usarlos con valentía.
2.- La independencia catalana
Para el 9 de noviembre de este año los catalanes convocaron a una consulta para decidir su autodeterminación. Por el momento, no han dado ninguna señal de querer negociar un acuerdo con Madrid. Frente a la intransigencia del gobierno de Mariano Rajoy y del catalán Artur Mas, el rey es el único que puede auspiciar una mesa de diálogo que genere un clima diferente.
3.- La amenaza vasca
En los últimos meses recrudeció la tensión en el País Vasco. Según el diario español El Mundo, durante los próximos meses Felipe realizará una gira por cada una de las regiones y tanto Cataluña como el País Vasco serán paradas obligadas donde deberá dejar en claro cuál es su posición, como símbolo de la unidad y de la permanencia de la nación, frente al desafío independentista.
4.- La reforma de la Constitución
Desde hace largo tiempo la oposición exige al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, una reforma constitucional. Hay tres reclamos fundamentales: una clara enumeración de las comunidades autónomas, habilitar la sucesión dinástica para una mujer y reformar el Senado, una institución que muchos consideran redundante. Felipe no podrá hacer oídos sordos a estos pedidos.
5.- La regeneración democrática
El nuevo rey deberá ponerse al frente de la tarea de limpiar la imagen de las instituciones públicas españolas. En un proceso inverso al que comenzó con el desprestigio de la clase política y culminó con el de la propia monarquía, podrá apoyarse en su buena imagen ante la opinión pública para recuperar la confianza en la corona e impulsar la transparencia y la limpieza del resto de las instituciones del Estado.
6.- Cautivar a los jóvenes
Con una altísima tasa de desempleo juvenil, superior al 55%, los jóvenes españoles son las principales víctimas de la crisis económica. De hecho, unos 300 000 jóvenes se vieron obligados a emigrar desde 2008. Además, las últimas encuestas muestran que la monarquía como institución tiene un respaldo del 72% entre los mayores de 65 años, pero sólo del 46% en la población de entre 18 y 29 años.
7.- Cuidar la marca España
Felipe será el más alto representante de la marca España en el mundo. Su padre realizó un importante papel para fortalecer la presencia española en América Latina mediante las cumbres iberoamericanas. La tarea del nuevo monarca será también alentar a las empresas españolas en el exterior, ayudarlas a abrirse puertas y superar obstáculos.