De la misma manera en que este prestigioso Diario tiene fe en El Ecuador, así mismo muchos ciudadanos somos consecuentes con aquel sentimiento al confiar en el periodismo serio e independiente de EL COMERCIO.
No puedo ni debo hablar a nombre de todos , pues estoy seguro que muchos no estarán de acuerdo con mi manera de pensar, más aún cuando el gobierno del presidente Correa se ha empeñado en destruir a la prensa mediante una propaganda que raya en la locura. En todo caso, cada individuo es libre de pensar como desee.
Pero el motivo por el cual escribo es para felicitar a EL COMERCIO, por la adquisición de una planta industrial que indudablemente permitirá a los medios ampliar y modernizar su imprenta.
Cabe recalcar la gestión de la Sra. Guadalupe Mantilla de Acquaviva, quien a lo largo de décadas ha sabido llevar con ética y profesionalismo su labor como Directora y, por supuesto, no se puede olvidar el arduo trabajo de los periodistas, quienes tienen en sus manos la inmensa responsabilidad de informar a sus lectores.
Sin embargo, no únicamente los avances técnicos merecen congratulaciones, pues considero que existen otros factores mucho más importantes que no se pueden obviar.
Ese es el caso de la opinión, la cual, en este medio, está siendo manejada con responsabilidad, valentía, pluralismo y frontalidad sin importar que se pretendan callar las voces críticas.
A todas esas adversidades EL COMERCIO ha vencido, y por eso merece mi admiración y respeto.
Está por demás decir que aquellos infortunios del destino han sido superados gracias al apoyo de la sociedad, el cual se ve materializado en la credibilidad de la cual este Diario goza.
No me queda más que reiterar mis felicitaciones a quienes hacen EL COMERCIO.
David Villacís García