Redacción Sociedad
Las acusaciones del presidente del IESS, Ramiro González, causaron malestar en la Asociación Latinoamericana de Laboratorios Farmacéuticos (Alafar), que económica ocupa el 15% del mercado farmacéutico ecuatoriano.
El titular del Consejo Directivo denunció que las empresas que producen medicamentos de marca utilizan a médicos y pacientes para que en el Seguro Social se adquieran productos de marca y no los genéricos.
El presidente de esta Asociación, Ramiro Aguinaga, calificó de aventurada la denuncia y pidió precisiones, “para que cada empresa explique la forma de trabajo”. “No se está escuchando a los pacientes. Si hay una queja deberían ejercer controles para que efectivamente se descarte eso”.
En una entrevista con este Diario, González señaló que empresas transnacionales incluso ha cruzado invitaciones para que conozca la planta central en Suiza o en Dubai. “Había un laboratorio que insistía en que conozca la fábrica. Un día dije bueno, porque creía que era en los Valles, pero me dicen que era fuera del país”.
El director médico de la transnacional Novartis, Edwin Cabrera, tampoco comparte las declaraciones del funcionario, “porque desdicen de una profesión ética, como es la medicina”. “Como productores de medicamentos innovadores tenemos una misión, que es cubrir necesidades insatisfechas terapéuticamente… Cuando ya tenemos el producto presentamos a los pacientes, a través del médicos. Obviamente tenemos que hacer promoción con ellos”.
Aguinaga confirmó que en 2009, las siete empresas que conforman Alafar vendieron al IESS medicamentos de marca. No obstante, la gerenta del Andrade Marín, María Sol Larrea, señaló que los 534 tipos de fármacos comprados el año pasado por medio de subasta inversa son genéricos.