Las FARC, la espina entre Colombia y Venezuela

Redacción Mundo

Las FARC y su presunto nexo con el gobierno venezolano del presidente Hugo Chávez son el  motivo central   del  nuevo desencuentro diplomático entre Venezuela y Colombia que, como en los últimos tres años,   ha estado marcado por el cruce de acusaciones.

Impacto en  el comercio  
La nueva tensión entre Colombia y Venezuela  activó  la alarma de los empresarios colombianos, que temen que las discrepancias pasen del terreno político al comercial.
 El intercambio comercial entre los dos países fue de USD 7 200 millones en el 2008,  favorable para Colombia en  USD 6 000 millones. Entre enero y mayo, Colombia vendió a su vecino USD  2 246 millones.   Con el fantasma de  las FARC planeando sobre  países de la región, dos fueron los detonantes de la nueva crisis. Uno, la decisión del gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe  de afinar un convenio con EE.UU., que permitirá a Washington el uso de bases militares colombianas. Y dos, el hallazgo en poder de las FARC   de tres lanzacohetes AT4 que Suecia vendió a Venezuela, en 1988.

 En el más reciente capítulo de las constantes disputas entre los dos gobiernos, el líder bolivariano  ordenó congelar los lazos con la nación vecina, retiró a sus diplomáticos en Bogotá y pidió sustituir las importaciones. Asimismo, amenazó con romper las relaciones  y expropiar activos colombianos en Venezuela  si siguen las acusaciones de que Caracas entregó a las FARC armas compradas a  Suecia.

Para el analista Frank López Ballesteros, del  diario  caraqueño El Universal, “la actual crisis es la más compleja de todas, porque los paños de agua de Caracas no sirvieron, y ahora
Chávez tiene que responder ante Suecia, o toda Europa, por los lanzamisiles hallados en el campamento de las FARC el año pasado”.
 
Pero los desencuentros vienen de más atrás, desde 2007, siempre debido a la  supuestas cercanía  del gobierno de Chávez   con las  FARC. Hace dos años el gobernante venezolano dijo sentirse “traicionado” por Uribe, cuando este lo separó de la mediación para liberar a  rehenes en manos de la guerrilla. Y se acentuaron     con las revelaciones del computador del líder rebelde, Raúl Reyes, en marzo de 2008.

A través de los archivos extraídos de la computadora de Reyes , el Gobierno de EE.UU. pudo conocer que “funcionarios del Gobierno venezolano pueden haber dado a las FARC tanto como USD 300 millones, (...) atención médica y armas”, indica un  documento publicado por la Oficina de Contraloría del Congreso de EE.UU. (GAO, por sus siglas en inglés).

“De acuerdo con oficiales estadounidenses y colombianos, Venezuela ha lanzado un salvavidas a los grupos armados de Colombia al proveerlos con apoyo significativo y un refugio seguro a lo largo de la frontera”, señala el informe, que ha sido  rechazado duramente por el Régimen de Caracas.

Y el propio Chávez ha dado argumentos a quienes le endilgan un supuesto nexo con las FARC. Así, por ejemplo, su Gobierno    lideró una campaña internacional, que no ha tenido  eco,  para que  se otorgue a las  guerrilla fundada por ‘Manuel Marulanda’   o  ‘Tirofijo’  el  estatus de “fuerza beligerante”, y no la considera como una organización “terrorista”.

Además,  Chávez permitió que en Caracas se develizara un busto en memoria de ‘Tirofijo’,  el fallecido líder  de la mayor guerrilla colombiana.

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