La travesía de estas familias comenzó el domingo pasado, 19 de abril del 2020. Su intención es llegar hasta Venezuela. Foto: Cortesía
El remolque de un tráiler apostado en una de las esquinas de Aloasí, en el cantón Mejía, se convertirá la noche de hoy 25 de abril del 2020, en el refugio de 37 personas de nacionalidad venezolana, entre ellos cinco menores de edad y una mujer con tres meses de embarazo.
Este grupo de emigrantes que salió de Guayaquil, con el objetivo de llegar a la frontera con Colombia, para luego avanzar hasta su país no pudo arribar a Quito, como tenía planificado, porque la policía del sector les denegó el pasó. Así lo confirmó, vía telefónica, Roselyn Rangel, una mujer de 31 años oriunda de Maracay, que es parte de este grupo.
La travesía de estas familias comenzó el domingo pasado, 19 de abril. Daniel Regalado, director de la Asociación Civil de Venezolanos en Ecuador, cuenta que muchas de estas personas tomaron la decisión de dejar la ciudad por la precariedad de su situación durante la cuarentena. “El trato que recibieron allá fue inhumano. A varios los sacaron de sus trabajos sin ningún tipo de indemnización y también de sus casas por no tener el dinero para pagar el arriendo”.
El viaje de estos emigrantes ha sido a pie y a través de distintos medios de transporte. Hasta hoy han recorrido más de 400 kilómetros.
Rangel cuenta que en el trayecto se han encontrado con personas que les han ayudado con un aventón o que les han brindado alimentos.
“En Aloasí, la gente del municipio nos ha ayudado con refrigerios, para poder aguantar el hambre hasta seguir avanzando”.
Esta mujer -añade- que es la primera vez, desde que salieron de Guayaquil, que la policía les impide el paso. “Nosotros no queremos quedarnos en Quito sino llegar a Rumichaca. No teníamos pensado detenernos en esta ni en ninguna otra parte hasta volver a Venezuela”.
Uno de los pedidos de este grupo de emigrantes es que las autoridades sanitarias les realicen las pruebas de covid-19. Ellos aseguran que hasta el momento ninguno ha presentado síntomas y que se han mantenido alejados del resto de personas que han encontrado durante el viaje, con el objetivo de no contagiarse.
Por su parte, Regalado cuenta que está haciendo todas las gestiones necesarias para que las autoridades escuchen sus solicitudes y se arme un cordón humanitario para que puedan llegar a la frontera colombiana. “Estoy tratando de comunicarme con el Consejo de Protección de Derechos del Distrito Metropolitano de Quito para ver cómo se los puede apoyar”, dijo.
MÁS SOBRE LA EMERGENCIA SANITARIA