La inversión de las plantas de potabilización de agua supera los USD 700 000. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Desde febrero de este año, 4 000 familias de más de 20 poblaciones rurales y urbanas dejaron de beber agua entubada, en la andina provincia de Tungurahua.
Con el financiamiento del Consejo Provincial y de las Juntas de Agua Potable de los cantones Cevallos, Mocha y Ambato, se pusieron en funcionamiento cuatro plantas de potabilización del líquido vital. La inversión supera los USD 700 000.
Uno de los más importantes es el Sistema Regional Yanahurco. Este proyecto abastece con 44 litros de agua por segundo a cuatro cantones de la provincia.
Una de las beneficiarias es Gladys Sánchez vecina de la comunidad La Floresta de Cevallos. Cuenta que antes el agua llegaba con tierra, especialmente en las épocas de lluvia. Pero hace cuatro meses, el líquido es más limpio. “Antes era difícil tomarse un vaso con agua porque salía como chocolate. Ahora si lo bebemos porque es limpia y ya no nos enfermamos”, cuenta sonriendo la mujer de 55 años.
En este sector más de 300 familias se benefician con el nuevo sistema de potabilización construido por la empresa Agua Intal de Cuenca.
Luis Ortiz, operador del Sistema Yanahurco, explica que alrededor de 15 000 habitantes de los cantones Mocha, Tisaleo, Cevallos y parte suroccidental de Ambato se benefician con el proyecto.
“Ahora entregamos agua pura para la gente, porque en el invierno era difícil procesarla en la antigua planta de filtros lentos. Estas dejaron de funcionar y ahora son tanques de reserva”, aseguró Ortiz.
Para este año, el Consejo Provincial de Tungurahua planea gastar USD 1 100 000 en la edificación de otros ocho sistemas que ayudarán a otras 4 000 familias.
Carlos Sánchez, director de Recursos Hídricos de la Prefectura, indicó que con el presupuesto del 2014 ya se edificaron cuatro plantas de potabilización en Quero, Mocha y Ambato. “Esperamos que con la inversión compartida entre el Consejo Provincial y las Juntas de Agua, en la nueva infraestructura, reciba un buen mantenimiento”.
La vida útil de funcionamiento de cada sistema es de 30 años. “El objetivo es proveer de agua potable a 14 000 familias. La atención en la edificación de estos sistemas dependerá de los fondos con que disponga el Consejo Provincial”.
Sánchez mencionó que antes de la edificación de las plantas de potabilización se hizo un estudio de la calidad del líquido vital en cada una de las juntas de agua. Allí se detectó que no cumplían los parámetros mínimos para el consumo. Se encontraron coliformes, sedimentos, exceso de fluor, hierro.
En la parroquia Totoras, en el oriente de Ambato, se instaló una planta de potabilización para el procesamiento de 12 litros de agua por segundo. Dilón Pico, dirigente de la Junta de Agua Potable de Totoras, dijo que al momento 700 familias están conectados al sistema, pero hay proyección para ayudar a otras 3 000 familias más.
Ellos se abastecían antes en forma directa de una vertiente de los linderos con el cantón Cevallos, pero esta no era agua clorificada.
El alto porcentaje de fluor en este líquido ocasionó en los niños, jóvenes y adultos que los dientes se pongan amarillo, pero eso cambió actualmente el líquido vital es mejor”, dijo Sánchez.
El técnico Giovani Altamirano, fiscalizador de los proyectos, explicó que en los sistemas modulares de potabilización el agua ingresa a través de bandejas y luego a un sistema de floculación, posteriormente al área de pre-sedimentación y finalmente se clorifica de forma automática. Luego es distribuida.