Los indígenas y campesinos que son parte de este plan trabajan en la conservación de 110 hectáreas de páramos y están agrupados en la Corporación de Organizaciones Campesinas de Pilahuín. Foto: Cortesía
Al menos 74 familias de la comunidad Carneroyata, en la parroquia Pilahuín, se benefician del proyecto de implementación de huertos familiares que es parte del programa Fondo de Páramos impulsado por el Consejo Provincial de Tungurahua.
Los indígenas y campesinos que son parte de este plan trabajan en la conservación de 110 hectáreas de páramos y están agrupados en la Corporación de Organizaciones Campesinas de Pilahuín (Cocap). Ellos se encargan de la producción de legumbres y hortalizas para el consumo de la familia y la comercialización de su excedente.
Saida Haig, viceprefecta de la provincia, dijo que esta iniciativa busca contribuir en la lucha contra la desnutrición no solo de niños, sino también de las familias de la zona. “El proyecto es una realidad, gracias al apoyo del Fondo de Páramos Tungurahua, y a las instituciones como Swssaid y TNC que han aportado en este importante proceso”.
Solicitó el soporte del Fondo de Páramos Tungurahua para continuar en una siguiente etapa y ampliar la cobertura de los huertos para más beneficiarios de la provincia, especialmente de las familias de recursos escasos.
El vicepresidente de la junta Parroquial de Pilahuín, Ángel Punina, agradeció al Fondo de Páramos por el apoyo que impulsan desde el 2008 a través del Plan de Manejo de Páramo de la Cocap.
Solicitó que se amplíe la cobertura de los huertos familiares a otros sitios de la parroquia que también trabajan en el cuidado de los páramos y que requieren de este apoyo para continuar laborando en la protección de las fuentes hídricas que benefician a toda la población de Tungurahua.