Los familiares esperan información de las personas fallecidas en el accidente aéreo en Sarayaku. Foto: Modesto Moreta
Una capilla ardiente se improvisó en la sala de espera de la Dirección General de Aviación Civil (DAC) para el velatorio del cuerpo de Franklin González, piloto de la avioneta que se estrelló con siete pasajeros, el miércoles 1 de octubre del 2014, en la comunidad de Sarayaku en la provincia de Pastaza.
Hoy, jueves 2 de octubre del 2014, los familiares de las víctimas solicitaron más información sobre el hecho. Ellos se apostaron en las afueras de la empresa Aerokashurco, propietaria de la aeronave siniestrada, pero las instalaciones permanecían cerradas.
Clemencia Aranda, hermana de Maritza, de 31 años, quien falleció en el accidente aéreo, esperaba un vuelo para dirigirse a Sarayaku. “Es lamentable lo ocurrido esperamos más respuestas de las autoridades para saber que ocurrió”, dijo sollozando.
A las 09:15 de hoy, los vuelos se suspendieron por el mal tiempo imperante en la zona. Dos avionetas de Aéreo Sarayaku no consiguieron despegar del aeropuerto de Shell, en Pastaza.
Eso impidió que el Fiscal, técnicos del Grupo de Investigación de Accidentes Aéreos, la Policía, Criminalística y más puedan viajar para efectuar el levantamiento de los cuatro cuerpos restantes.
“Esperamos que haya buen tempo para ingresar”, explicó Franklin Toalá, vocero de Aéreo Sarayaku.
Toalá quien retorno en la mañana de este poblado amazónico aseguró que en la plaza central de Sarayaku se levantó una capilla ardiente para el velatorio de Paul Navarrete, fotógrafo de Diario El Universo. Asimismo de Maritza Aranda, Juan Carlos Gualinga y Toribio Tapuy. Ellos eran técnicos de la fundación Kausay Sacha de la comuna Yanayacu.