Hoy, 21 de abril del 2016, son velados los restos de los cinco miembros de la familia Tixilima-López en la ciudad de Atuntaqui, cantón Antonio Ante, provincia de Imbabura, situada en el norte del Ecuador.
Alex Tixilima y su esposa Anita López fallecieron en la ciudad de Manta, provincia de Manabí, tras el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter, que ocurrió en la zona costera del país, el 16 de abril último.
La pareja tenía tres hijos: Erick, de 16 años; Orly, de 13; y Eymi, de 5. Ellos al igual que Nene Breidenbach, de 16 años, una estudiante alemana de intercambio que vivía con la familia, perdieron la vida en un centro comercial, cuando el edificio se desplomó.
Según Vanessa Alvear, hermana de Alex, sus familiares habrían salido a comprar los útiles escolares para sus hijos, pues estaban próximos a iniciar el año escolar. Ellos residían en Manta, pues Alex Tixilima, cabo primero de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), prestaba servicios en ese puerto pesquero. “El recuerdo más bonito es que mi hermano se entregó por completo a su esposa e hijos. Eran una familia unida”.
Luego del fuerte movimiento sísmico, los parientes de Tixilima intentaron comunicarse telefónicamente desde Imbabura. Sin embargo, no obtuvieron respuesta.
El primer indicio que tuvieron fue una fotografía que circulaba en redes sociales del automóvil de Tixilima, que habría sido alcanzado por un derrumbe de un inmueble. Luego en la base aérea en donde laboraba les informaron que no se habría reportado.
Inmediatamente, Natalia Alvear, hermana de Alex, viajo a Manta en búsqueda de sus familiares. Durante horas esperaba angustiada que los rescatistas encontraran con vida a sus parientes entre los escombros del centro comercial que se desplomó. Pero, la noche del 20 de abril último fueron recuperados los cuerpos sin vida.
Alex Tixilima era el segundo de seis hermanos. Prestaba sus servicios en la FAE, desde hace 18 años. Era apasionado por el deporte. La última vez que las víctimas visitaron Imbabura fue en febrero pasado cuando llegaron para pasar sus vacaciones.
Los cuerpos sin vida de esta familia fueron cremados en Quito, capital del Ecuador. El 22 de abril, luego de una ceremonia religiosa en la iglesia de Andrade Marín, serán sepultados en el cementerio de esta última localidad.
Mientras tanto, las cenizas de la estudiante alemana Nene Breidenbach fueron trasladadas a su país natal, por sus padres, el 20 de abril último.