Redacción Machala
La subdivisión de contratos que hizo la ex Corporación de Desarrollo de El Oro (Codeloro), para concluir el canal principal de riego del proyecto Tahuín, no es peculado.
Así lo determinó el juez primero de Garantías Penales de El Oro, Kléber Gonzabay. El magistrado desestimó la acusación del fiscal de El Oro, Lenin Salinas, quien abrió el proceso.
En la causa fueron imputados Gonzalo Cobo, ex director ejecutivo de Codeloro, y Francisco Sánchez, técnico de la entidad. El Fiscal acusó a los funcionarios por supuestas irregularidades en la subdivisión de contratos.
Codeloro, antes de ser absorbida por el Instituto Nacional de Riego (Inar), el año pasado, tenía a su cargo el proyecto Tahuín.
La obra consistió en la construcción de una represa en Arenillas y una red de canales primarios y secundarios para irrigar 8 000 hectáreas.
La construcción del canal principal fue entregada a la constructora guayaquileña Aplitec, ganadora de la licitación pública.
En noviembre de 2002, Codeloro anunció la terminación unilateral del contrato con Aplitec, con el argumento de que la empresa no cumplió con los plazos de ejecución de la obra.
Codeloro retomó la construcción del canal principal bajo administración directa. En su investigación, el fiscal Salinas consideró que la subcontratación fue ilegal porque la compañía beneficiaria no contaba ni con maquinaria ni con el personal técnico suficiente.
El Juez no encontró ningún delito en el proceso de contratación. “Los indicios existentes no conducen a presumir la existencia de infracción”, indicó en su sobreseimiento.
En opinión de Cobo, la contratación directa se enmarcó en la Ley y en la defensa de los intereses del Estado. Él fue nombrado, el 24 de agosto, director del Inar en El Oro. “Tengo el respaldo del presidente Correa”.