Redacción Política
Desde la tarde del martes, cuando se dispuso la suspensión temporal, por 72 horas, de las emisiones de Teleamazonas, a Jaramillo le ha tocado comandar la frágil canoa de su despacho. Jaramillo fue el ejecutor de una sanción que el presidente Rafael Correa ansiaba interponer contra este canal, en medio de su largo enfrentamiento con la prensa .
Fabián Jaramillo
Quién es
Fabián Jaramillo, cuencano, es ingeniero eléctrico. Fue docente universitario. Durante el gobierno de Rafael Correa fue miembro del directorio de Andinatel, Pacifictel, Etapa y el Conartel.
Lo que hizo
Dio paso a la suspensión temporal, por tres días, de Teleamazonas.
La notificación del fallo se produjo el mismo día que la Asamblea debatía el proyecto de Ley de Comunicación que tenía un acuerdo político.
Lo que dijo
“Lo sucedido toma connotación especial por la bulla que se ha desatado sobre este tema. Nosotros solo avocamos conocimiento de una resolución del Conatel y emitimos la boleta de cierre temporal”.El Superintendente advierte que sus fallos son producto de un organismo de control que es autónomo del poder Ejecutivo. Sin embargo, las consideraciones políticas que han envuelto el cierre de la estación televisiva dejan en evidencia que la canoa de Jaramillo es vulnerable a la presión del Presidente de la República.
Dejando de lado la voluminosa argumentación jurídica que los abogados de Teleamazonas han presentado para rechazar el fallo, queda sin explicación clara una serie de coincidencias políticas.
La más polémica: que la notificación del dictamen se produjo el mismo día en que la Asamblea comenzaba a debatir el proyecto de Ley de Comunicación, que contaba con el respaldo del oficialismo y los opositores.
El cierre temporal de esta estación fue paralelo a la decisión adoptada por el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), que está bajo el control del Gobierno de retirar la concesión de la frecuencia a la radio shuar, la Voz de Arutam.
Ambas acciones motivaron el rechazo de grupos opositores al Gobierno. También, de facciones de Alianza País que, encabezadas por el titular de la Legislatura, Fernando Cordero, lamentaron que por este cierre fracase el acuerdo parlamentario.
Jaramillo ha negado presiones del Ejecutivo o cálculos políticos para frenar el debate legislativo. Según dice, con el Presidente no ha hablado en más de seis meses.
Sin embargo, los tiempos y la trascendencia que, en materia de respeto a la libertad de expresión rodean este caso, dejan en evidencia que la resolución del Superintendente gustó a Correa. Basta con repasar las reacciones de varios funcionarios que, como Alexis Mera, aplaudieron el dictamen, comparando esta sanción como cerrar un burdel.
Jaramillo es un funcionario transitorio dentro de la Superintendencia. En julio de 2008, la Asamblea de Montecristi -de mayoría gobiernista- lo puso en reemplazo de Paúl Rojas, hasta que el Consejo de Participación Ciudadana, que aún no se conforma, escoja al definitivo.
Jaramillo se ha convertido en el ejecutor de las sanciones contra Teleamazonas, las mismas que han sido apoyadas por Correa. Por ejemplo, está la multa de USD 40 por emitir noticias basadas en supuestos, como fue el reportaje del supuesto centro de cómputo clandestino de Guayaquil. Este caso antecedió al reportaje sobre la explotación de gas en la isla Puná que motivó el cierre de la estación por tres días. Según Jaramillo, la defensa de Teleamazonas fue exitosa, pues la sanción que estipula la Ley de Radiodifusión y Televisión es de 90 días.