Nueves personas fallecidas en el sismo son enterradas en Cotopaxi y Tungurahua. Foto: Fabián Maisanche/ EL COMERCIO
Nueves personas fallecidas por el terremoto 7.8 grados en la escala de Richter serán enterradas en las provincias de Cotopaxi y de Tungurahua, ubicadas en la Sierra Centro del Ecuador. Las víctimas mortales son parte, hasta el momento, de las 480 personas que perecieron en las provincias de Esmeraldas y Manabí.
Orlando Villamarín, de 31 años, es velado por sus familiares en el barrio Santa Ana del cantón Baños de Agua Santa, una ciudad ubicada al oriente de Tungurahua. El hombre junto a su esposa Paulina Espinoza, de 37 años, y su hija Doménica fallecieron al desprenderse la pared de un hotel en el cantón Pedernales.
Según Consuelo Villamarín, hermana de Orlando, la familia había salido a disfrutar de unas vacaciones en las playas de Manabí. “En el vehículo que se movilizaban iban cuatro personas y solo una se salvó porque salió del carro para preguntar en un hotel por habitaciones. El sismo le sorprendió a la familia de mi hermano en el interior del auto donde se desplomó un hotel”, comentó entre llantos Villamarín.
En Ambato, son velados los cuerpos de Fernando Yanza, de 39 años, y Rafael Núñez, de 23 años. Los trabajadores estaban a cargo de la construcción de una planta potabilizadora de agua en Pedernales.
Carlos Yanza y su esposa Rosa Quishpe (padres de Fernando) recuerdan que hace una semana estuvieron reunidos en su vivienda en la ciudadela Simón Bolívar. “Fernando junto a sus cuatro hermanos nos hicieron una fiesta sorpresa por la boda de oro. Ahora le estoy velando a mi hijo”, contaron los progenitores.
El cuerpo de Núñez será enterrado en el cementerio de la parroquia indígena de Juan Benigno Vela, ubicada al sur de la ciudad. Mientras que los cuerpos de Liseth Pilco, de 22 años, y de su bebé Carlos Andrés, de cinco meses, serán enterrados en la parroquia Totoras.
En Cotopaxi, fueron enterrados los cuerpos de Olga Limichanga, Galo Chaluiza Quishpe y Wilmer Pilatuno al fallecer aplastados en el terremoto. Los comerciantes eran oriundos de la parroquia Zumbahua, en el cantón Pujilí. Los cadáveres fueron sacados de entre los escombros del comercial Tres Marías, ubicado en la parroquia Tarqui, en Manta.