Grandes fabricantes sueñan con Cuba en el salón del automóvil de Detroit

Vista del todoterreno Ram Rebel de Fiat Chrysler durante su presentación en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS), en Detroit (EEUU). Foto: Tannen Maury/EFE

Vista del todoterreno Ram Rebel de Fiat Chrysler durante su presentación en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS), en Detroit (EEUU). Foto: Tannen Maury/EFE

Vista del prototipo Q60 de Infiniti, en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS), en Detroit (EE.UU.). Foto: Julio César Rivas/ EFE

Cuba despierta la ambición de los principales fabricantes de automóviles presentes en el salón de Detroit tras el anuncio de deshielo en las relaciones entre Washington y La Habana.

"Vamos a estudiar toda oportunidad que se nos pueda presentar en Cuba", dijo a AFP Patrick Morrisey, un portavoz de General Motors, principal grupo automotriz estadounidense.

Por su parte, Christine Becker, representante de Ford, comentó que van a "determinar el impacto potencial (del restablecimiento de las relaciones) para la industria automotriz". "No descartamos nada por ahora", apuntó.

La surcoreana Kia Motors no ocultó su interés. Dijo que adaptará su estrategia en la isla paso a paso, de acuerdo a la evolución de la situación diplomática.

El acercamiento "sin duda, creará oportunidades en el mercado cubano. Por ahora debemos esperar medidas sobre las restricciones", subrayó Michael Choo, un portavoz de la compañía.

Un potencial aún por confirmar

Dentro del sector automotor los principales fabricantes se están preparando para llegar primero a Cuba.

"No hay duda, Cuba es un oasis de crecimiento para la industria automotriz", dijo a la AFP Akshay Anand, analista de la empresa estadounidense Kelly Blue Book.

"Cuba es la mayor isla en el Caribe, así que tenemos grandes posibilidades por delante", acotó Alec Gutierez, analista de Autotrader.com.

Ambos subrayaron que los cubanos aprecian los carros estadounidenses y necesitarán reemplazar los Chevrolet de los años 1950 que circulan, junto a los antiguos autos de la Europa del Este, los chinos y cualquier automóvil occidental de modelos recientes vendidos por el Estado.

"Será difícil para un fabricante desembarcar a mediano plazo porque queda mucho por hacer", opinó Bill Visnic, de Edmunds.com.

Como él, profesionales del sector y de la industria estiman que la llegada de los grandes fabricantes de automóviles al mercado cubano aún está en imposibilitada.

GM, Ford, Volkswagen, FCA US (ex Chrysler) , Toyota y Kia enfrentan problemas de infraestructura y de logística.

"¿Cómo es la red de carreteras cubana? ¿Cómo desarrollar una red de concesionarios? ¿Se exportarán a Florida (sudeste de Estados Unidos)? ¿Cuáles son los tipos de infraestructura que se debe construir? Muchas preguntas sin respuestas", dijo la analista Jessica Cadwell.

Poder adquisitivo

A las incertidumbres, se suma la pregunta crucial de la situación de la economía cubana y del poder adquisitivo de los hogares. El crecimiento de la isla varía (1,3% en 2014) .

"La demanda está allí, pero ¿un cubano puede permitirse comprar un Chrysler nuevo? Lo dudo", dijo Cadwell.

Por otro lado, la burocracia y la actitud de las autoridades políticas locales, que están comprometidas con tímidas reformas, es una incógnita. La economía de mercado apenas comienza.

Los cubanos pueden, desde hace tres años, vender y comprar vehículos de segunda mano, pero de acuerdo con Akshay Anand, solo un centenar de carros nuevos fueron vendidos en Cuba en 2014.

Las calles están dominadas por las "bellezas estadounidenses" de los años 1950 como los Pontiac, Plymouth, Dodge y Chevrolet.

En 1960 y 1970, los Peugeot 404, fabricados en Argentina, los checos Skoda y los Lada soviéticos intentaron conquistar la isla sin mucho éxito. Recientemente, en las últimas dos décadas, desembarcaron los chinos.

Los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, anunciaron el 17 de diciembre que iniciarían la normalización de sus relaciones diplomáticas, después de más de medio siglo de embargo económico que Estados Unidos impuso a la isla comunista.

Las primeras conversaciones entre funcionarios de ambos países se realizarán entre el 21 y el 22 de enero en La Habana.

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