Una fábrica trae conflictos en Cumbayá

Redacción Quito

Hace dos semanas, los vecinos del barrio La Primavera, en el sector de Cumbayá, salieron a las calles para exigir la salida de un taller artesanal que funciona en el sector desde hace unos tres años.

Una boleta de auxilio

En mayo de 2009,   Anita Guevara   fue diagnosticada de  cáncer en la fosa nasal izquierda. Ella cree que su enfermedad se debe a las emanaciones de los  químicos que se usan en el taller.
El dueño de  la fábrica, Luis   Mancheno,  asegura que  no se utiliza ningún  solvente químico.  Mancheno sostiene que el esposo de Guevara   lo amenazó,  por lo que solicitó boletas de auxilio para él y sus empleados en 2006.El último informe de la Dirección Metropolitana de Ambiente revela que el negocio no cumple con todos los requisitos para su funcionamiento. No obstante, el representante del negocio, Luis Mancheno, asegura que las actividades que se llevan a cabo están dentro de los parámetros establecidos por las autoridades.

Para eso, Mancheno obtuvo un permiso de funcionamiento del Cuerpo de Bomberos y un certificado ambiental extendido por el Cabildo, el 28 de agosto de 2008, con  vigencia para dos años.

El comisario de Ambiente de Tumbaco, Rubén Zurita, asegura que, además del certificado ambiental, este tipo de negocios   está sujeto a la Guía de Prácticas Ambientales, que establece las normas de funcionamiento.

Zurita asegura que luego de la última inspección, la Dirección Metropolitana de Medio Ambiente emitió un informe en el que se concluye que los niveles de ruido rebasan el límite permitido de 50 decibeles. El informe señala una lectura de 53,2 decibeles. El documento, también muestra que el área de cortado y pulido de madera no es hermética y que hay polvo en el techo del establecimiento, entre otros puntos.

Esta será la tercera ocasión que la Comisaría sanciona al establecimiento. “Si el negocio sigue incumpliendo el acta de compromiso que suscribió con la Administración podría ser clausurado”, afirmó Zurita.

El 13 de mayo, la Procuraduría Metropolitana confirmó la resolución del comisario Zurita de multar con USD 600 al negocio de Mancheno por el incumplimiento de la Guía de Prácticas Ambientales. Mancheno dice que la multa fue pagada.

Durante los cuatro años de funcionamiento, el representante del negocio asegura que su taller ha sido inspeccionado al menos en cuatro ocasiones. Él afirma que no ha cumplido con la
Guía de Prácticas Ambientales porque “todos los inspectores son traídos por su vecino y realizan la inspección desde su terraza”.

Además, él asegura que no renunciará a su derecho de mantener el negocio en su propiedad. El oficio 2113 del 13 de octubre de 2006 indica que está permitida la instalación del taller de Mancheno en ese lugar.

El comisario de construcciones, Fernando Villacís, explica que desde octubre de 2008, la ordenanza que regula el uso del suelo fue modificada y el tipo de negocio que administra Mancheno ya no está permitido. “Sin embargo, como la norma no es retroactiva, el negocio puede mantenerse siempre que se sujete a otras normas que regulan su funcionamiento”, asegura el funcionario.

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