Londres. AFP
Si la selección inglesa consigue su octava victoria consecutiva mañana contra Croacia, el equipo conducido por el técnico italiano Fabio Capello habrá completado un itinerario espectacular, a menos de dos años de su humillante ausencia de la Eurocopa.
Inglaterra recibirá mañana a la selección croata de Slaven Bilic en el estadio londinense de Wembley, la misma que en noviembre de 2007 impidió al conjunto de Steven Gerrard clasificarse para el torneo europeo. Capello, ex DT del AC Milan, no lo tenía fácil cuando llegó.
Segundo extranjero en el cargo, tras el paso sin pena ni gloria del sueco Sven-Goran Eriksson entre 2001 y 2006, el DT italiano, de 63 años de edad, apenas hablaba inglés y su sueldo astronómico “no le permite cometer errores”.
En agosto de 2008, tras un partido funesto en Wembley contra la República Checa (2-2), Harry Redknapp, candidato frustrado al puesto, afirmó haber visto “la peor actuación de un equipo inglés” de la historia.
La victoria sin garra contra Andorra (2-0, 0-0 en el descanso) tampoco logró acallar las dudas sobre el equipo.
Pero Capello impuso poco a poco su estilo. Según Wayne Rooney, el italiano “es posiblemente el primer seleccionador con el que sabemos que si no jugamos bien, hay un gran riesgo de no ser titular en el partido siguiente”. Michael Owen, en baja forma, ha sido una de las víctimas de esta política sin concesiones.
Pero la contribución de Capello no se limita a la disciplina y a la intransigencia. “Ahora”, dice orgulloso, “podemos cambiar de estilo, incluso durante un partido”.
Sin casi cambiar a los jugadores, el italiano ha dado alma y estilo a los ingleses, tan aburridos bajo la dirección de Eriksson y de Steve McLaren.
En los siete partidos del grupo 6 para las eliminatorias del Mundial 2010, Inglaterra marcó 26 goles, seis más que las selecciones europeas más eficaces, como Bosnia y Alemania.
Capello también resolvió el eterno problema de organización entre Frank Lampard, Steven Gerrard y Rooney, colocando al delantero más arriba y al volante del Liverpool en un costado.
Con método, psicología y manejo de grupo, el técnico italiano ha dado confianza a sus jugadores, paralizados por el “miedo al fracaso”, como reconoce el capitán John Terry, meses atrás.