Extracción de arena preocupa en Mompiche, Esmeraldas

El pasado 27 de abril se extraía arena negra de las playas de Mompiche. Foto: Cortesía Santiago Moreno

El pasado 27 de abril se extraía arena negra de las playas de Mompiche. Foto: Cortesía Santiago Moreno

El pasado 27 de abril de 2017 se extraía arena negra de las playas de Mompiche. Foto: Cortesía Santiago Moreno

A los moradores de Mompiche les preocupa que la extracción de arena negra de las playas Ostional y El Mirador, al norte de Esmeraldas, afecte el turismo y temen por daños ambientales.

La actividad minera en la zona donde se extrae la arena ferrosa, que es la materia prima de insumos para la construcción, empezó desde hace más de 10 años. En el 2014 se paralizó la actividad por falta de permisos para seguir con la operación. En marzo pasado se retomaron pero hace dos semanas se suspendieron nuevamente.

En ambos balnearios operan dos concesiones: El Ostional y El Mirador (el mismo nombre de las playas), que cuentan con
los permisos para extraer más de 30 000 toneladas de arena negra, para el tiempo que dure la concesión. En el caso de El Ostional, es para 30 años.

La primera concesión fue otorgada en el 2002 y en el 2011 se inició la explotación. Pero los habitantes de Mompiche señalan que no se habló con todos los poblados sobre los efectos de esta actividad.

El 80% de estos habitantes vive del turismo y ambas playas son consideradas un destino ideal para visitantes -sobre todo extranjeros- que llegan para relajarse o realizar actividades deportivas.

Joao de Queiroz, dueño de un hotel de la zona, cree que debería suspenderse la actividad minera porque la operación de la maquinaria, durante la extracción y el transporte de la arena, ahuyenta a los visitantes. “Afecta a nuestra mayor fuente de ingresos”.

Queiroz asegura además que los trabajos se están haciendo un área considerada protegida.  Santiago Moreno, quien habita en Mompiche y preside un comité que se creó para defender esta zona, solicita el cese de la actividad minera. Explica que de acuerdo con el artículo 54 del Código Orgánico del Ambiente están prohíbidas las actividades extractivas en áreas protegidas y zonas intangibles.

El 27 de abril del 2017, después de una inspección del Ministerio del Ambiente, esa Cartera de Estado emitió un acuerdo con modificaciones sobre el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Según ese comunicado, aún disponible en su portal web, se incrementó la superficie del Área Protegida Manglares del Estuario Río Muisne, que incluye a los balnearios donde operan las empresas mineras.

Sin embargo, el director del Ambiente en Esmeraldas, Iván Heredia, señaló que esa área no está en la zona de concesión y por tanto las actividades mineras que se vienen realizando no estarían en un área protegida.

Un estudio de la Escuela Politécnica Nacional del 2014, determinó que la arena negra que sale de estos lugares está compuesta principalmente por hierro y titanio. Ambos son materiales que se utilizan para la composición de insumos como el cemento. También puede ser utilizada como abono para el agro.

Los moradores que se oponen a la extracción de arena en estos sitios dicen que, además de afectar al turismo, la playa podría salir perjudicada. Aseguran que desde que se intensificó la actividad en este año se han reducido los niveles de arena en estas playas.

Gunter Reck, especialista en ecoturismo y ambiente de la Universidad San Francisco de Quito, explica que la extracción masiva de arena de este tipo puede afectar las dinámicas de las corrientes de agua de mar y también desestabilizar el suelo.

El pasado 24 de mayo, en una reunión con el subsecretario zonal de Minas, Santiago Chamorro, y Christian Terán, coordinador regional de Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom), se expuso la problemática con los moradores. Tras esa cita se suspendieron las actividades mineras en las zonas implicadas.

Pero las labores se paralizaron porque los concesionarios todavía no completaban un proceso administrativo para empezar la extracción y por hallazgos arqueológicos, según la Arcom. Por ello pidieron que las concesionarias implicadas emprendan una revisión arqueológica de la zona.

Guillermo Varela responsable del área Ostional Bloque 1, dice que tiene una buena relación con la comunidad desde que está en la zona (1990). “Quienes se oponen a la minería no son de la comunidad, sino un grupo de ambientalistas extranjeros que habitan ahí”.

Explicó que la actividad está suspendida no por falta de legalidad, sino porque se realizará una investigación en la zona para identificar posibles vestigios arqueológicos.

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