Ocho exmandatarios reciben una pensión vitalicia

En los últimos seis años hubo dos intentos para modificar la entrega de las pensiones vitalicias a los exmandatarios. Ninguno se concretó.

En cinco meses y 22 días (el 24 de mayo del 2017) el presidente Rafael Correa pasará al grupo de exlíderes que se beneficiarán de este rubro (USD 4 695). En Ecuador, ocho exmandatarios reciben la asistencia en la actualidad.

Rodrigo Borja es uno de ellos. Desde que dejó el Palacio de Carondelet (hace 24 años) dedica 14 horas diarias a escribir la ‘Enciclopedia de la Política’. Son 10 200 páginas de su autoría. En papel tiene publicadas cuatro ediciones y reediciones.

Para él, la pensión es importante porque le permite enfocarse en la investigación y en la escritura. En caso de no recibirla, confiesa, hubiese regresado a la docencia y al ejercicio profesional. Es doctor en Jurisprudencia.

A sus 81 años actualiza la enciclopedia en su formato digital. Entre los dos últimos temas que escribió están el proceso de paz en Colombia y el “populismo de Donald Trump”.

Los ocho mandatarios vivos que reciben pensión son: Oswaldo Hurtado, Rodrigo Borja, Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón, Jamil Mahuad, Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio. Siete de ellos fueron electos en las urnas y uno (Alarcón) lo asumió de manera interina.

El Ministerio de Finanzas confirmó que recibe un sueldo vitalicio de USD 3 200.

El presidente Rafael Correa habló en el 2009 sobre la necesidad de excluir a los mandatarios que no fueron elegidos por el pueblo y a quienes no culminaron su período. Ese mismo año Gorki Aguirre, entonces asambleísta por Alianza País, presentó un proyecto de ley que regulaba la entrega de esta asistencia. No prosperó.

Para Correa, la medida era una “extraordinaria idea”. Apoyaba que “se les reduzca o se la elimine” si aún continuaban trabajando. “Nadie aquí tiene que ganar doble ingreso”.

El tema se reavivó en el 2015, cuando la legisladora oficialista Rosana Alvarado habló de un cambio al artículo 135 de la Ley Orgánica de Servicio Público (Losep). Sus modificaciones, junto con las de otros dos asambleístas, fueron archivadas.

Abdalá Bucaram, desde Panamá, comentó que él es uno de los que más valora la pensión. “Me sirve no solamente para pagar la luz y los alimentos de la casa. Tengo dos hijos sin trabajo y trato de ayudarlos con una pequeña mensualidad hasta que se estabilicen”.
No considera legal que lo excluyan por no haber terminado el período. “Yo soy un perseguido político”, comentó vía telefónica.

María Fernanda Vela, abogada especialista en derecho procesal, asegura que en la norma actual -artículo 135 de la Losep- se establecen las condiciones para tener ese beneficio. Los expresidentes y exvicepresidentes tienen derecho al 75% del salario que recibirían en funciones.

El beneficio aplica a los presidentes electos por votación popular, que se hayan posesionado y a los que no se les haya revocado el mandato.

“No está establecido que se le quite la pensión a presidentes derrocados o que tengan problemas legales”. Por eso, agrega, no se les puede quitar la pensión a los exmandatarios que están, por diversas razones, en el exterior.

Lucio Gutiérrez, presidente derrocado, aseguró que tiene ingresos como coronel retirado que le permiten vivir tranquilamente. Él usa la pensión para hacer recorridos en Ecuador, visitar a los integrantes del Partido Sociedad Patriótica y también hacer formación política.

Cree que el Régimen podría cambiar las leyes, en los últimos meses que le quedan, ­para afectar a mandatarios en su condición, que no acabaron el período.

Justificó que los mandatarios vivan “dignamente” tras su retiro con una pensión que no se compara con las que se otorgan en otros países (ver infografía).

La especialista en derecho procesal recordó que el tema de la pensión vitalicia tiene antecedentes históricos. En 1951, los exlíderes recibían 1 500 sucres. Tras varios cambios, el presidente Jaime Roldós, en 1980, firmó un Decreto Ejecutivo para crear una pensión vitalicia para expresidentes y exvicepresidentes equivalente al mismo valor del sueldo que tenían en estos cargos.

Luego, con la aprobación de la Losep, se normó la fórmula de pago de las pensiones en el 2010.

Oswaldo Hurtado, vicepresidente elegido popularmente que asumió la Presidencia tras al fallecimiento de Roldós, dijo que la pensión le ha permitido dedicarse a otras actividades. Está a punto de publicar otro libro de su autoría.

Señaló que este dinero es lo único que reciben del Estado. “Nosotros no hemos robado a nadie y por eso vivimos tranquilos”. Aún trabaja como presidente de Cordes, una consultora económica independiente.

Habló también a nombre del presidente Sixto Durán-Ballén, quien falleció el 15 de noviembre último y que fue uno de sus amigos cercanos. “La pensión modesta le permitió vivir tranquilo”.

En contexto 

El mandatario Rafael Correa podrá acogerse al beneficio de la pensión vitalicia cuando deje el cargo. Durante los 10 años que estuvo frente al poder criticó que este beneficio se entregue a presidentes derrocados.

Lo que dice la ley

La pensión es para expresidentes y exvicepresidentes.

Equivale al 75% de la remuneración vigente. Eso es USD 4 695 en la actualidad.

Las viudas, los hijos con discapacidad y menores de edad heredan la pensión.

El derecho aplica a los mandatarios elegidos constitucionalmente y por votación.

Pierden el derecho por revocatoria y no por derrocamiento.

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