Un intento de amotinamiento se registró en la cárcel de Lago Agrio el pasado 20 de marzo del 2020. Foto: Captura video
Exagentes penitenciarios en servicio pasivo presentaron una propuesta para colaborar “voluntariamente” en el resguardo de las cárceles del país. La intención es ayudar en el control de los centros de rehabilitación durante la emergencia sanitaria del covid-19.
En una carta pública, los cerca de 150 extrabajadores se dirigieron al presidente de la República, Lenín Moreno. Ahí solicitaron ser tomados en cuenta para vigilar el interior y exterior de las cárceles y garantizar la integridad de los presos y de los guías que se encuentran en funciones.
En el país hay 1 480 agentes de seguridad penitenciaria que vigilan a 39 600 presos, en 53 centros carcelarios. Los parámetros internacionales señalan que lo óptimo es contar con un guía por cada 10 presos; es decir, deberían estar trabajando unos 4 000 celadores.
Jhonny Cadena, coordinador de exagentes penitenciarios, habló con este Diario y señaló que hay gente disponible para estar en las cárceles de manera inmediata. Dijo que ellos salieron desde el 2015 hasta el 2017 cuando se terminaron sus contratos de prestación de servicios.
En un comunicado, los extrabajadores dijeron que pueden colaborar en las áreas de atención médica urgente dentro de las cárceles, atención por enfermedades preexistentes de los privados de libertad, el traslado de los internos, conteo de presos, control de fugas y amotinamientos, separación de peleas internas, entre otras actividades.
El vocero añadió que no buscan reingresar al sistema en este momento de la emergencia, aunque reconoce que es un anhelo de sus compañeros retornar al trabajo como custodios y que hace dos años presentaron una propuesta formal para su retorno. Por ahora, comentó, solo quieren colaborar sin ganar sueldo, ni prestaciones.
Al Servicio de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (Snai) no ha llegado esta propuesta, señaló el director de esta entidad, Edmundo Moncayo. Él aclaró que la Ley de Entidades de Seguridad no contempla una figura para que las personas desvinculadas puedan ayudar con su experiencia en la vigilancia de las cárceles. “La normativa es clara y para tener agentes de seguridad nuevos se requiere hacer un proceso de selección”.
Esta solicitud se da en medio de una emergencia sanitaria por la pandemia del covid-19.
En semanas pasadas se registraron amotinamientos e intentos de fuga en las cárceles de Ibarra (Imbabura) y de Lago Agrio (Sucumbíos).