El jueves 27 de febrero del 2020, la Policía detuvo a un grupo delictivo que operaba en seis provincias. Foto: Policía
Los policías llegan en tres patrulleros e incursionan en una casa de bloque con techo de aluminio. Todos visten cascos de protección, chalecos antibalas y caminan armados con fusiles. Mientras ese grupo montaba un operativo en Manabí, otros equipos hacían lo mismo en cinco provincias más: Cotopaxi, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos, Esmeraldas y Guayas.
Ahora se conocen más detalles de esa operación policial. La idea fue desmantelar una red delictiva que apoyaba al Frente Oliver Sinisterra, integrado por exguerrilleros de las FARC y señalado por el asesinato de 10 ecuatorianos, entre ellos el equipo periodístico de este Diario.
11 personas quedaron detenidas. En una casa de Manabí fueron capturadas dos.
Era jueves 27 de febrero del 2020. 04:00. Uno de los policías toma un martillo y rompe la cerradura de la puerta. Luego, los gendarmes ingresan en fila por un estrecho pasillo que desemboca a una sala. Allí encuentran a dos hombres, sentados en un sofá. Los gendarmes les obligan a quedarse en el piso con las manos en la cabeza y comprueban que no tengan armas de fuego, cuchillos o explosivos.
Un fiscal les comunica que tienen en su contra una orden de detención con fines investigativos. Los esposan y les trasladan al patrullero.
En todas las provincias se actuó así. Todo quedó grabado en los dispositivos policiales. Hoy las imágenes están en poder de las oficinas fiscales, en donde se investiga cómo actuaba este grupo.
Los informes de los agentes determinan que los aprehendidos tenían estructuras complejas para traficar drogas, precursores químicos, armas y municiones. Además, se dedicaban al robo de maquinaria pesada para emplear en la minería ilegal.
Tras recopilar toda la información, la Policía confirmó que varios de los apresados estarían vinculados en el atentado terrorista perpetrado el 27 de enero del 2018, en contra del cuartel de Policía del cantón fronterizo de San Lorenzo, en Esmeraldas.
El trabajo de Inteligencia permitió conocer cómo cada miembro de la banda tenía roles específicos. Había tres cabecillas, cinco coordinadores, dos transportistas y uno que daba seguridad. Se trataba de un policía activo.
La Dirección de Inteligencia sabe que las capturas se produjeron luego de dos años de investigaciones. En ese tiempo se realizaron seguimientos, se intervinieron teléfonos, se determinaron nexos y se verificó la forma que tenían para operar.
Ese seguimiento dejó ver además cómo transportaban la droga desde San Lorenzo hasta el interior del país. De hecho, en ese cantón esmeraldeño se detuvo a una parte de la red criminal.
Para ingresar al domicilio en donde se encontraban los sospechosos, el personal del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) usa un mazo metálico y tumba la puerta. Al ver a los uniformados, dos sospechosos se sientan en el piso y mantienen la cabeza agachada todo el tiempo.
Uno de los fiscales se acerca a ellos y les pregunta sus nombres. Después les lee la orden judicial que pesa en su contra. Ese documento decía que un juez de San Lorenzo autorizó su detención y el allanamiento del domicilio.
Un agente de Inteligencia les pide que no se resistan a la detención y que les permitan hacer su trabajo.
El mismo procedimiento se llevó a cabo en Santo Domingo de los Tsáchilas. Otros dos hombres fueron capturados, mientras escuchaban música y bebían en el patio de una vivienda.
En las seis provincias se allanaron 18 inmuebles. En estas acciones participaron también otras unidades policiales como la Dirección Antinarcóticos, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), Criminalística.
Los agentes se incautaron de USD 11 840 en efectivo, 19 billetes de USD 50 falsos, un vehículo, documentos, dos computadoras y dispositivos electrónicos.
La Policía señala que la investigación en contra de esta organización delictiva comenzó desde el ataque al cuartel con un carro bomba.
Pero anteriormente se han realizado más operativos y capturas de personas también vinculadas con los disidentes de las ex-Farc.
Por ejemplo, en junio del año pasado, en la ciudad de Esmeraldas fueron capturadas ocho personas y se decomisó una tonelada y media de precursores químicos para la elaboración de cocaína.
El pasado 13 de enero se detuvo a cuatro personas más, pero en Portoviejo. Los gendarmes descubrieron 24 kilos de marihuana y una retroexcavadora para minería ilegal que había sido solicitada por alias ‘El Gringo’, quien es el actual cabecilla del Frente Oliver Sinisterra.
Él asumió el mando de la organización luego de que el anterior líder, alias ‘Guacho’, muriera durante una operación militar en Colombia.
En contexto
El Frente Oliver Sinisterra se conformó por un grupo de disidentes de las ex-FARC de Colombia. A esta organización se le atribuye el secuestro y posterior asesinato del equipo periodístico de EL COMERCIO y de otras siete personas.