Bratislava. AFP
La Policía eslovaca pidió excusas ayer por una prueba de seguridad fallida en el aeropuerto de Poprad (noreste), que llevó a un eslovaco -ajeno totalmente al operativo- a introducir sin saber un explosivo en Irlanda.
“Se trató del error de un policía que olvidó retirar el explosivo luego de que un perro lo descubriera, durante un ejercicio de seguridad en el aeropuerto de Poprad, el sábado”, afirmó Tibor Mako, director eslovaco de la Policía de fronteras.
“El explosivo quedó luego accidentalmente pegado al morral de un ciudadano eslovaco que lo llevó sin saber a su apartamento en Dublín”, indicó en conferencia de prensa en Poprad. La Policía irlandesa decomisó el explosivo en el apartamento del eslovaco. Según la prensa local, se trata de 90 gramos de RDX, explosivo militar muy potente.
La intervención policial se hizo luego de que las autoridades de Bratislava contactaran a la Policía del aeropuerto de Dublín. El pasajero, un electricista eslovaco de 49 años que trabaja en Irlanda desde hace tres años, fue detenido primero en virtud de la Ley Antiterrorista, y luego liberado tras un interrogatorio de tres horas.