Según el doctor Michael Bradley, psicólogo y reconocido autor de libros sobre educación, los maestros, los estudiantes y los padres son actores críticos del éxito que se consiga frente a los deberes escolares, todos ellos deben entender sus funciones y sus responsabilidades. No es un tema fácil de manejar, pues cada situación es diferente y cada institución educativa tiene su manejo individual del asunto.
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Proporcione a su hijo un lugar tranquilo y bien iluminado para hacer sus tareas. Evite que tenga el televisor prendido o que hayan otras distracciones.
Verifique que tenga todos los materiales necesarios y ayúdele a manejar el tiempo. Sea positivo frente a su esfuerzo.
El doctor Bradley indica en uno de sus libros que esta batalla de los deberes no es nada nueva, pero que cada vez se buscan mejores mecanismos para un manejo adecuado. “Una de las alternativas es establecer lineamientos generales y estrictos para las tareas, exigiendo un límite de 30 minutos por noche en los grados que van del primero al tercero.
Luego de intercambiar ideas, muchos profesores han considerado impostergable el enviar tareas que los estudiantes las puedan completar de manera independiente, sin necesidad de la ayuda de los padres y creen que aquellos deberes que consistentemente requieren una noche entera de devoción para completarlos, terminan por ser inapropiados”.
El especialista anota que esto depende mucho de cada hogar. “Por cada padre que piensa que sus hijos reciben demasiados deberes, existe otro que dice que su hijo necesita que le envíen más tareas, pues más tarde se puede ver que como resultado de la falta de tareas más extensas, los chicos no están lo suficientemente preparados para enfrentar la carga de estudios una vez que llegan ala secundaria”, anota.
¿Quién tiene la razón? Pues unos y otros pudieran estar en lo cierto, así que lo mejor sería que padres y educadores trabajaran juntos y se comprometieran a establecer guías específicas y razonables para las tareas y lecciones que los niños deben cumplir, dependiendo del nivel escolar en que se encuentren.
Es necesario tener en cuenta que el objetivo fundamental de los deberes debería ser reforzar el aprendizaje que se imparte en las clases, ayudar a los niños a desarrollar independientemente habilidades de aprendizaje, incluyendo los de investigación y determinar el nivel adecuado para cada niño.
En un valioso documento de la Secretaría de Educación de los Estados Unidos, se establecen algunos lineamientos que pueden servir de guía. Se analizan, calificando con verdadero o falso, algunas de las creencias existentes:
1. Las tareas solo deben asignarse a partir del cuarto año de básica
FALSO, las tareas pueden tener muchos beneficios para los alumnos de los primeros años, pues pueden mejorar la capacidad para recordar y entender el trabajo hecho en clase y ayudar a cultivar las aptitudes de estudio para el futuro. Así sabrán que el aprendizaje no se da solo en un aula sino en cualquier lugar y, además, se consiguen aprendizajes importantes como el de la independencia, la responsabilidad y el manejo del tiempo. Los expertos concuerdan en que la tarea escolar debe depender de la edad y de la capacidad de cada estudiante, en el preescolar y hasta el segundo año de básica no deben exceder de 10 a 20 minutos diarios. Entre el tercero y sexto año de básica, de 30 a 60 minutos por día.
2. La tarea debe centrarse solo en un aspecto del aprendizaje
FALSO. Puede tener uno o más propósitos, el más común es poner a los estudiantes a practicar el material ya presentado en el aula y reforzar así el aprendizaje. Hay también tareas de preparación introductoria al nuevo material que se presentará en futuras clases, para que puedan aprender con mayor facilidad; y la tarea de extensión, para que los chicos puedan aplicar a nuevas situaciones las aptitudes que ya poseen. Las tareas de integración son para que el estudiante aplique diversas aptitudes en un solo trabajo, por ejemplo las reseñas de libros, proyectos de ciencias o creación literaria.
3. Si un alumno tiene dificultad con sus tareas, los padres deben pedir ayudar al maestro
VERDADERO. Estar informados sobre las tareas ayudará a que los padres participen en el proceso de enseñanza de manera positiva y aceleren el aprendizaje de sus hijos. Les dará información de primera mano sobre lo que están aprendiendo y cuál es su ritmo de aprendizaje. Conversar con los maestros ayuda a entender lo que se espera de los estudiantes y a mejorar la comunicación entre la familia y la escuela.