La fiscal que investiga la desaparición de Juliana Campoverde, Mayra Soria, asistió a la excavación en el patio de la casa del pastor evangélico, principal sospechoso del caso. Agentes de la Dinased y bomberos colaboraron en la diligencia legal. Foto: Twitter Fiscalía
A tres días que culmine la fase de investigación pública en el caso Juliana Campoverde, la Fiscalía continúa la búsqueda de la joven que desapareció hace seis años y cinco meses.
A las 16:40 de este miércoles 26 de diciembre del 2018, la Fiscalía, personal de la Dinased, grupos especiales de la Policía, 10 miembros de la Policía Metropolitana y cuatro efectivos del Cuerpo de Bomberos acudieron a la casa del pastor evangélico, principal sospechoso del caso. El inmueble está ubicado en el norte de Quito. Allí con picos y palas realizaron una excavación en el patio del domicilio. La idea es encontrar posibles restos mortales.
El viernes 21 de diciembre pasado, en el jardín del domicilio se realizó una búsqueda con georradar y se detectó que hubo movimientos de tierra a un metro de profundidad.
El mismo día también la fiscal del caso Mayra Soria realizó una búsqueda en el interior del domicilio con luminol, que es una sustancia para encontrar rastros de sangre que no se ven a simple vista.
El resultado fue positivo. Es decir que se encontró rastros de sangre en el baño del domicilio del religioso. Por eso este miércoles desde las 9:00, los padres de la joven, el procesado y su esposa acudieron al laboratorio de Criminalística de Quito donde se practicaron una prueba de ADN. La idea es comprobar si la sangre encontrada pertenece o no a Juliana.
A la salida del laboratorio, la madre Elizabeth Rodríguez dijo a este Diario que no descansará hasta encontrar a su hija. “El Estado, el pastor y la iglesia evangélica tendrán que responder dónde está mi hija”. El padre Absalón Campoverde también dijo que “no va a permitir que este caso quede en la impunidad”.
Esta es la segunda prueba de ADN que los padres se realizan. La primera se hizo en noviembre, para comprobar la identidad de los huesos y pieza dental que personal de la Dinased encontró en un terreno de Bellavista en el norte de Quito. Finalmente de descartó que esos restos humanos sean de la joven.
Para que le realicen la prueba de ADN. El procesado fue trasladado por agentes penitenciarios desde la cárcel de Latacunga, donde se encuentra recluido desde el pasado 5 de septiembre.
Desde el 3 de enero del próximo año comienza la etapa preparatoria de juicio. A él se lo investiga por secuestro extorsivo con muerte, que tiene una pena de 25 años de cárcel.
El detenido decidió cooperar con la justicia para que pedir una reducción en la condena y dijo que había tirado el cuerpo sin vida de la chica en una funda de basura en el terreno.
Sin embargo, el abogado de la familia Campoverde, Daniel Véjar indicó que hasta ahora no se ha comprobado que lo que confesó sea verdad porque aún no se encuentran los restos mortales.
Este miércoles también estuvo previsto que se realice una nueva reconstrucción de hechos, con la presencia del religioso, en el terreno de Bellavista. Esta diligencia fue solicitada por los abogados del procesado dentro de la fase de investigación pública. La idea era demostrar cómo supuestamente tiró el cuerpo sin vida de la joven en el terreno.
Sin embargo, cuando iba a iniciar la reconstrucción el pastor se rehusó a colaborar. La madre de Juliana, Elizabeth Rodríguez dijo sentirse burlada e indignada de que el procesado “aún no les dice la verdad”.
Rodríguez también indicó que él se negó a colaborar, después de que la fiscal Soria le dijo que debía demostrar como la arrojó con un bulto equivalente al peso y estatura de la joven. Juliana pesaba 125 libras y media 1,65 metros de altura.
El jurista Végar indicó que la negativa podría significar que el procesado no cometió el delito solo. “Hubo una persona que le ayudó a cargar el cuerpo de Juliana”.
Antes de que el detenido tome la decisión de no hacer la reconstrucción, una retroexcavadora limpiaba el sitio donde se iba a llevar a cabo la búsqueda. Ese movimiento de tierra ocasionó que un árbol se caiga sobre una de la abogada de la familia Campoverde. La jurista recibió el impacto del árbol en su pierna izquierda.
La joven gritaba del dolor. Los Bomberos que se encontraban en el lugar retiraron el tronco y le dieron primeros auxilios. Luego llegó una ambulancia y la trasladaron al hospital Carlos Andrade Marín para una valoración médica. La abogada sufrió una fractura en el fémur.