El doctor Hugo Pérez examina a Karen, de 5 años, en el Hospital del IESS Quito Sur. Foto: Marcelino Rossi / EL COMERCIO
Antes del ingreso a clases -programado para el lunes 3 de septiembre-, padres y madres tienen una tarea pendiente: llevar a sus niños a los chequeos médicos. Lo hacen para evitar enfermedades que provocan bajo rendimiento escolar y ausentismo.
La desnutrición, la anemia, la falta de atención o la somnolencia son problemas que se pueden prevenir con esta revisión. Así lo explican especialistas vinculados con el área de la salud. Dependiendo del diagnóstico se puede dar un tratamiento temprano.
Marcia Huilca llevó el 3 de agosto a su hija Karen, de cinco años, al Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) Quito Sur. Lo hicieron para cumplir con los exámenes de laboratorio, que son importantes para descartar enfermedades e ingresar a clases de forma óptima.
Lo básico es iniciar con una biometría, que permite identificar si existe anemia, enfermedad causada por la deficiencia de hierro. Este mal provoca falta de apetito, sueño y debilidad. Se suman los exámenes de orina para descartar infecciones y el de heces para establecer si existen parásitos.
Yhamir Aguirre, quien es pediatra en el Hospital IESS Quito Sur, explica que los dolores abdominales constantes, la diarrea o los gases son algunos síntomas de parasitosis, por lo que si se tratan oportunamente pueden aliviarse.
Si no se aplica un tratamiento vienen los problemas, pues puede desembocar en una anemia debido a microhemorragias en el intestino.
Luego de un examen básico, dependiendo del resultado, se deberá acudir a un especialista para el tratamiento.
Este tipo de chequeos se deben efectuar antes de ingresar a clases y luego deben realizarse controles cada dos meses. También son importantes para establecer si el peso y talla del niño son adecuados para su edad. En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), realizada en el 2012, se contempla que el 25% de niños menores de 5 años presentó retardo en talla. Y el 20,4% de niños de 6 a 11 años registró ese problema.
La nutrición es otro aspecto fundamental. Para ello se sugiere que luego de los exámenes generales también se visite a un nutricionista y se tome en cuenta que las frutas, las verduras y la leche son alimentos que no deben faltar en la lonchera escolar.
En este sentido, hasta el 31 de julio el Ministerio de Salud Pública reportó 1 942 casos de desnutrición aguda en el país. El 30,14% corresponde a desnutrición aguda moderada de niños de 1 a 2 años y el 28,89% a niñas en ese rango de edad.
A veces la falta de atención puede ser generada por otras afecciones a nivel visual o auditivo. Esto fue lo que motivó a Marcia a realizar un examen médico completo a su hija.
Los doctores revisaron este lunes, 13 de agosto del 2018, los oídos a la pequeña y en los próximos días tendrá la cita con el oftalmólogo.
Javier Pérez, cirujano oftalmólogo de la Clínica Oftálmica, en el centro-norte de Quito, señala que el examen visual no es tomado en cuenta como una prioridad pero es igual de importante.
Un análisis de este tipo identificará las falencias visuales del niño que pueden repercutir en su rendimiento escolar. En la clínica realizan consultas, tratamientos y cirugías.
Un chequeo de este tipo alcanza los USD 40.
Para Pérez, este tipo de evaluación médica evita que se generen problemas en el futuro. Algunos niños son hipermétricos, un defecto en el ojo que se puede corregir de forma temprana. Si no se trata puede producir problemas visuales como el astigmatismo.
Si el niño ya usa lentes es clave un control anual. Si existen variaciones en la medida se recomienda visitar al especialista cada seis meses.
A través del sistema de salud público, los padres pueden llevar a sus hijos a los centros de salud para una evaluación general gratuita. Desde ahí se derivará a un especialista en las diferentes casas de salud para su atención.
En el caso privado, los costos van entre USD 39 examen básico y USD 60 examen completo, que incluye revisión dental.
Algunas Recomendaciones
Realizar controles médicos cada dos meses luego del chequeo general, para dar seguimiento al niño.
Complementar el chequeo general con exámenes visuales, auditivos y odontológicos para los niños.
Desparasitarse cada seis meses para prevenir. Si existen síntomas y molestias, acuda al médico.
Una alimentación saludable para el infante debe incluir variedad de frutas, verduras, leche y agua.
Controlar que la mochila no pese más del 10% del peso corporal de niños, niñas o adolescentes.
Notificar los problemas de salud del niño al establecimiento educativo, para evitar complicaciones.