Redacción Judicial
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El grito de “ni un paso atrás” se volvió a escuchar ayer en la Plaza Grande. Esta vez no fue por una guerra, como en 1995, sino por la petición de ex uniformados de la Policía y de las FF.AA. de que se aplique, a todo nivel, la homologación salarial en la Fuerza Pública.
Otras dos marchas
La marcha de los pensionistas coincidió ayer con dos manifestaciones: la de 428 trabajadores cesados del Comisariato del Ejército (confluyeron en la calle Venezuela) y la de 50 habitantes de la Cooperativa Pisullí (en la Plaza Grande).
Los pensionistas de la Policía y las FF.AA. piden que se aplique el incremento establecido el 17 de abril por la Secretaría Nacional de Desarrollo de Recursos Humanos y Remuneraciones del Sector Público. Ayer participaron delegaciones del país.
Más de 500 personas caminaron desde La Alameda hasta el Palacio de Carondelet, en Quito. Exigían que el Gobierno cumpla los Decreto 916 y 881.
Según los manifestantes, aún no han sido beneficiarios de la homologación. Decían que las pensiones del Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol) y de las Fuerzas Armadas (Issfa) no les alcanza para vivir.
El guayaquileño Manuel Ayoví sirvió durante 27 años a la Policía. Su pensión es de USD 700 y con ese ingreso mantiene a su esposa, a su hija y a dos nietos. Con la homologación, los policías de su rango, sargento segundo, ahora reciben más de USD 1 000.
Él reconoce que su situación no es tan grave como la que padecen las viudas de los uniformados. “Hay señoras que reciben USD 80 o USD 200 al mes”.
Esa es la realidad de Laura Lara, de 72 años. Recibe USD 200 por la pensión policial de su difunto esposo. No tiene hijos, pero con ese dinero apenas sobrevive.
“USD 100 se me va en arriendo, debo pagar servicios básicos y por la edad tengo problemas de salud y no me alcanza para las medicinas”, dice indignada. Su rostro ayer había enrojecido, por el intenso sol. Su malestar solo aumentó cuando supo que el Presidente no los recibiría.
A las 11:00, una comisión había ingresado a Carandolet para tratar de dialogar con el mandatario, Rafael Correa.
Pasaron más de 90 minutos y los comisionados salieron sin resultados. Quienes intentaron hablar dijeron que no fueron acogidos, porque su protesta truncó el cambio de guardia en el Palacio.
Cada lunes, los Granaderos de Tarqui realizan el cambio de guardia en la Plaza Grande. “Es la primera vez en este Gobierno que sucede esto”, se escuchó por un megáfono desde la terraza de Carondelet.
La voz ofreció disculpas a los niños de la escuela Guayaquil, que tenían previsto visitar el Palacio y participar en el acto.
Los jubilados de la Fuerza Pública propinaron gritos, tras conocer que su estrategia de acercamiento había fallado.
“No pedimos limosnas, sino lo que por derecho nos pertenece”, afirmaban los pensionistas.
El Decreto 916 incluye al 881. Dispone: “Aplicar al personal en servicio activo y pasivo de la Policía, las disposiciones previstas en el Decreto Ejecutivo 881 del 21 de enero de 2008(en este se refería a la homologación salarial en las FF.AA.), para que la equiparación de sus remuneraciones se cumpla hasta el año 2009”.
El artículo 4 del Decreto 916 precisa que el documento rige desde el 1 de enero de 2008 y que el Ministerio de Gobierno y Policía y el de Finanzas son los encargados de su ejecución.
Según Jacinto Pacheco, presidente de la Asociación de Clases, Policías y Montepío de Pichincha, ayer en Carondelet “nos ofrecieron una reunión con el Comandante de Policía y con el Ministro de Gobierno, pero exigimos hablar con el Presidente”.