Los moradores de Selva Alegre participaron en el simulacro realizado, ayer 22 de agosto de 2015, a las 10:00. Foto: Julio Estrella / El Comercio
El albergue que se instaló en Albornoz quedó pequeño. Tiene una capacidad para 180 personas; pero, tras el ejercicio de evacuación de ayer (22 de agosto), llegaron 2 000, según el Municipio de Rumiñahui.
Esto ocurrió luego del simulacro que se organizó, en el barrio Selva Alegre. Graciela C., de 67 años, no pudo sacar a su madre de la casa. La dejó cuando escuchó la sirena que daba inicio al ejercicio colectivo, a las 10:00. Más tarde, en el albergue, se enteró que su hija ayudó a su octogenaria madre.
Graciela dijo que no pudo con el peso de ella y de la silla de ruedas. Era demasiado transitar por las calles, cuesta arriba, para llegar al albergue.
Jorge Intriago, uno de los vecinos, se quejó por falta de señalética. Él había acudido a un punto seguro, pero le indicaron que no era un sitio de evacuación. Tardó unos 30 minutos hasta dirigirse a la iglesia donde estaban otros vecinos.
Mucha gente fue al sector Fundación Ecuatoriana porque la información que habían recibido apuntaba a que era un sitio seguro, pero esto no fue así.
Héctor Jácome, alcalde de Rumiñahui, reconoció que hubo “debilidades” que se deben superar. Señaló que de 28 albergues que propusieron, el Ministerio de Inclusión Económica y Social calificó 26.
En este simulacro, la mayoría de personas acudió al sector de Albornoz, que se sobresaturó; mientras otros, como el de la Escuela Guayasamín, estaban vacíos. A este último solo llegaron tres personas.
Ricardo Coyago, vecino, caminó con su esposa, dos hijos y mascotas hasta la escuela. Dijo que no podía dejar a sus french poodle porque son parte de la familia. “No sabríamos qué hacer si nos piden que los dejemos”. Las autoridades indicaron que las mascotas están incluidas en la contingencia.
Jácome mencionó que harán más simulacros en los próximos días, para reforzar la respuesta de la ciudadanía ante una eventual erupción del volcán Cotopaxi. También que se sigue equipando a los albergues. Estos centros pueden acoger a 5 500 personas.
El mejoramiento de la señalética será otro eje de trabajo. Gran parte de las 459 señales que informaban sobre los puntos de riesgos y los sitios seguros fue dañada por actos vandálicos. El Alcalde comentó que, desde el pasado viernes, trabajan en la recuperación y en la instalación de otras.
Los simulacros de ayer se realizaron en los sectores más cercanos al río Santa Clara. Se evaluó la respuesta de los moradores que están cerca de este cauce, que pudiera ser afectado por los lahares. La gente comentó que está preparada
para una evacuación real.
En los próximos días se harán más ejercicios en la urbanización Copenag y cerca de la hacienda Lourdes. La Municipalidad negocia la compra de 13 alarmas como parte del Sistema de Alerta Temprana (SAT). “En 20 días estimamos instalarlas”, dijo el Burgomaestre.
El costo del sistema es de USD 243 000. Esto se suma a un equipo de cámaras que se instalarán en el sector donde se captan las aguas del río Pita. En el simulacro estuvieron bomberos y metropolitanos de Quito. Patricio Castillo, administrador zonal, mencionó que la coordinación entre municipios será permanente.