Los 20 años del Eurotúnel

El viaje entre París y Londres demora solo 2 horas 15’. Foto: EFE/Andy Rain

El viaje entre París y Londres demora solo 2 horas 15’. Foto: EFE/Andy Rain

El viaje entre París y Londres demora solo 2 horas 15’. Foto: EFE/Andy Rain

He tenido la suerte de conocer el tren que une Inglaterra con el continente europeo en un viaje preinaugural París-Londres-París, entre la Gare du Nord y la estación Waterloo. En aquel tiempo echaba más de tres horas y media, ya que la parte inglesa no tenía la línea de alta velocidad que requiere el tren de Eurostar.

Han pasado 20 años, durante los cuales el servicio de trenes que conecta Londres con París y Bruselas ha llevado más de 200 millones de pasajeros y más de 53 millones de vehículos. De estos, 16 millones son camiones pesados que lo han convertido en una conexión vital entre el continente europeo y Gran Bretaña.

Desde entonces Inglaterra ha actualizado su línea férrea y hoy el Eurostar va en Inglaterra a la misma velocidad que en el continente, que es de 300 km/h. Hoy el viaje entre París y Londres demora solo 2 horas 15’, menos de lo que se requiere para ir y volver del aeropuerto si uno quiere ir en avión. El viaje Londres-Bruselas demora solo 1 hora 51’. Aun con las paradas y la menor velocidad dentro del túnel, el promedio para cubrir los 385 km que separan Londres de París es de 171,5 km/h.

El proyecto

El túnel bajo el Canal de la Mancha es un proyecto que tenía más de 250 años y en su época tuvo mucha oposición en Inglaterra. En 1858 el primer ministro Lord Palmerston dijo: “Para qué acortar una distancia que ya encontramos demasiado corta”. Ahora la principal preocupación de los ingleses no son las tropas de Napoleón, sino zorros u otros animales con rabia y hoy, más que cuando se inauguró, los inmigrantes ilegales.

A pesar de los antiguos recelos, el 13 de agosto de 1988 se formó la empresa y se presupuestó la obra en 4,7 millones de euros para llevarse a cabo en cinco años. Como suele suceder con las grandes obras, demoró un año más y costó casi el doble. Sin embargo, hoy es rentable y acaba de ser prolongada la concesión a Groupe Eurotunel S.A. hasta el 2086.

El túnel

Con 50,5 km de largo, el Eurotúnel es el segundo túnel más largo del mundo después del Seikan en Japón, pero es el más largo bajo el agua con 37,9 km, ya que 3,3 km están bajo suelo francés y 9,3 km bajo suelo inglés. La parte que corre bajo el Canal de la Mancha está en promedio a 45 metros por debajo del fondo marino.

En realidad no es uno, sino tres túneles, los dos principales para la vía férrea con 7,60 m de diámetro se encuentran separados a 30 m. Entre los dos hay un túnel de servicio con 50 km de largo y 4,80 m de diámetro, con una serie de pasajes que dan acceso a los túneles laterales. Este fue el primero en perforarse, y sirvió como túnel piloto, lo que permitió conocer la naturaleza del terreno que tuvo sorpresas.

Cinco grandes máquinas perforadoras del lado francés y seis del lado inglés hicieron la obra. La naturaleza del terreno varía con la profundidad aunque se mantiene uniforme hasta la formación rocosa bajo el territorio francés. Principalmente es una formación del Cretáceo de hace unos 90 millones a 100 millones de años, con calizas y arcillas que continúan en la costa inglesa. En su punto más profundo, el túnel llega a 75 metros bajo el nivel del mar. Aunque la parte submarina es más larga que el túnel Seikan japonés, este es más profundo, llegando a 240 metros bajo el nivel del mar.

El tren

Dos tipos de trenes corren permanentemente por el túnel, los del Eurostar, el servicio de alta velocidad para pasajeros, y los trenes de carga, con plataformas para llevar vehículos. El tren de pasajeros es el TGV francés de alta velocidad que opera en la línea de LGV Nord, la sección norte del servicio francés. Los trenes del Eurostar llevan normalmente 20 vagones con 750 asientos.

Los vagones son de tres configuraciones, ya que no todos tienen propulsión con motores en las ruedas. Los vagones motrices son de 22 m, mientras que los centrales tienen 18,7 m de largo; todos tienen 2,81 m de ancho. La velocidad máxima registrada por este tipo de tren es de 335 km/h, pero la velocidad máxima de servicio está limitada a 300 km/h.

Para acelerar y mover estos trenes que pasan las 800 toneladas, los vagones tractores toman la corriente de una línea de 1,5 kilovoltios para un requisito máximo de potencia del tren de 16.400 HP. Los trenes de carga tienen también locomotoras eléctricas pero trabajan a menores velocidades: una máxima de 140 km/h para los de carga y de 160 km/h para los vagones que llevan vehículos.

Desde que Gran Bretaña ha quedado conectada al continente se han batido una serie de récords. Para comenzar, al modernizar sus líneas férreas, el Eurostar ha batido el récord de velocidad para un tren en Inglaterra, con 335 km/h. Otra marca fue el recorrido de 1.421 km desde Londres hasta Cannes en 7 horas y 25’. En el 2007, se batió otro récord cuando un Eurostar, en un viaje especial con periodistas y empleados, partió de la Gare du Nord en París a las 10:44 p.m., y llegó a la estación en Londres en 2 horas y 3’. Por último se tiene e viaje más rápido entre Londres y Bruselas: en 1 hora y 43’.

A pesar de su rapidez y de lo corto de los viajes, el Eurostar tiene un servicio esmerado. Me tocó viajar en la primera que asemeja a la de un avión, con ‘hostess’ y carritos en el pasadizo, más un teléfono. Esto fue hace 20 años, por lo que imagino que hoy habrá innovaciones. No existe manera más rápida y cómoda de llegar del continente a Inglaterra, o viceversa, que el Eurostar. Su principal ventaja sobre las alternativas, aire o mar, es que las estaciones de ferrocarril quedan en el centro de las ciudades, lo cual permite ahorrarse el viaje a los puertos o aeropuertos, que generalmente demora más de lo que demora cruzar el Canal de la Mancha.


Hito histórico

Inglaterra es una isla, lo cual ha contribuido mucho al carácter inglés y fue un factor determinante en su historia. La idea de conectarla al continente es antigua y tuvo grandes opositores, además de Lord Palmerston, como la reina Victoria y el poeta Lord Tennyson. Sin embargo, tuvo también fervientes simpatizantes, entre los que estuvieron H.G. Wells, los ingenieros Brunel y Stephenson, sir Arthur Conan Doyle (el padre de Sherlock Holmes) y Winston Churchill.

Estoy seguro de que todos ellos, de haber podido, hubieran estado entre los primeros pasajeros. Creo que la ocasión es propicia para recordar los 20 años del Eurotúnel. Hoy que la Unión Europea está enfrascada en debates, a muchos les pasa inadvertido el enorme progreso que ha significado la Unión Europea, de la cual este túnel es un testimonio permanente que funciona para satisfacción de todos.

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