Europa, en pie de guerra contra un ejército de 30 000 traficantes de personas

En la frontera entre Hungría y Austria, voluntarios reparten alimentos a los refugiados. Foto: AFP

En la frontera entre Hungría y Austria, voluntarios reparten alimentos a los refugiados. Foto: AFP

En la frontera entre Hungría y Austria, voluntarios reparten alimentos a los refugiados. Foto: AFP

Tras la conmoción provocada por la imagen de un niño sirio ahogado en una playa de Turquía, las autoridades europeas están más que nunca bajo presión para luchar contra cerca de 30 000 sospechosos de traficar con personas.

"Es nuestra principal prioridad, sin ninguna duda, no solamente para Europol, sino para todos los Estados miembros de la UE", explica Robert Crepinko, responsable de la lucha contra el crimen organizado de la Oficina Europea de Policía (Europol).

En una entrevista a la AFP, Crepinko explicó que el tráfico de personas no solo implica un riesgo inmenso para los refugiados sino que además es "un inmenso desafío para todos los Estados miembros, tanto a nivel humanitario como de seguridad".

Este "negocio" de la muerte, que mueve miles de millones de dólares, se nutre de la desesperación de las personas que huyen de la guerra y de la pobreza en países como Afganistán, Siria, Eritrea o Somalia.

Las bandas, cada vez más organizadas, utilizan las redes sociales, conocen bien las rutas y usan métodos expeditivos para organizar el éxodo masivo de refugiados y migrantes en dirección a Europa.

En julio, la Unión Europea lanzó una operación a gran escala contra los traficantes en el Mediterráneo, principalmente con el objetivo de recabar datos para una posible acción militar en las próximas semanas contra los barcos de traficantes en las costas libias.

Desde marzo, las autoridades europeas han identificado cerca de "30 000 sospechosos" en toda Europa, de los cuales 3.000 operan en el Mediterráneo. Muchos de los presuntos traficantes son originarios de países no miembros de la UE con los cuales Europol intercambia información, asegura Crepinko.

Las bandas de traficantes agrupan a personas de diferentes orígenes, afirma el funcionario, citando el caso de una red desmantelada recientemente en Grecia formada por dos rumanos, dos egipcios, dos paquistaníes, siete sirios, un indio, un filipino y un iraquí.

Más rentable que las armas y la droga

Esta banda logró ganar en algunos meses cerca de 7,5 millones de euros, centrándose principalmente en organizar el tránsito de ciudadanos sirios hacia Europa. Los refugiados llegaban a Grecia por vía marítima, terrestre y aérea con papeles turcos falsos.

El tráfico de personas, combinado a veces con la explotación sexual y laboral, es "probablemente el negocio más rentable" de todas las actividades delictivas, por encima de los negocios como las armas y las drogas, afirma la portavoz de la agencia europea de vigilancia de fronteras Frontex, Izabella Cooper.

Según las autoridades europeas, los traficantes se sirven cada vez más de las redes sociales, entre ellas Facebook, para negociar los precios y organizar los trayectos de los migrantes.

En África, los traficantes utilizan una red de camiones y de albergues para organizar el viaje de los migrantes hasta Libia. Una vez llegan a Libia, redes especializadas de traficantes se encargan de subirlos a barcos pesqueros y a atestadas lanchas neumáticas, que Frontex sospecha que provienen de China.

Según algunos testimonios recogidos por Frontex, algunos traficantes incluso habrían amenazado a punta de pistola a los refugiados reticentes a subir a las embarcaciones.

Libia, un país inmerso en el caos, donde dos gobiernos se disputan el poder, es un "paraíso" para los traficantes, ya que en ese espacio casi no hay ley, lamentó Izabella Cooper.

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