Cuenca requiere la construcción de una nueva planta para tratar las aguas residuales y se analizará su ejecución. La actual está ubicada en Ucubamba. Foto: Xavier Caivinagua/EL COMERCIO
La Empresa Municipal de Telecomunicaciones Agua Potable y Alcantarillado de Cuenca (Etapa), que es reconocida en el país, pasa por un mal momento económico. De acuerdo con la nueva administración, tiene un déficit de USD
53,2 millones.
Según Etapa, los ingresos por telefonía fija en los últimos dos años se redujeron en un 7% y la tarifa que se cobra por el metro cúbico de agua está por debajo de lo que cuesta producirlo.
Además, el Municipio le debe a la empresa más de USD
15 millones por la ejecución de obras en el área rural. Las proyecciones por la venta del servicio de televisión satelital no se cumplieron y la empresa dejó de recibir el Impuesto a Consumos Especiales que se cobra por servicio telefónico. En el Cootad se estableció que debe pasar al Municipio.
En el caso de la telefonía fija, el consumo de los 135 085 abonados bajó porque estamos en la era digital, dice el gerente de Etapa, Iván Palacios. Eso afecta a los proyectos de agua potable porque una parte de estos ingresos los financia.
En el 2013, Etapa recaudó USD 14 millones por agua y alcantarillado, pero invirtió más de 20 millones en proyectos con recursos propios y créditos no reembolsables, dijo Carlos Julio Jaramillo, exsubgerente de Agua Potable de Etapa.
Un estudio de Price Waterhouse realizado hace casi un año reveló que a la empresa le cuesta USD 0,80 potabilizar un metro cúbico de agua y cobra 0,20 a los 115 600 usuarios.
Liliana Ordóñez tiene su vivienda cerca a la vía a Baños, en el sur de la ciudad y paga menos de USD 20 al mes. Ella no sabe cuántos metros cúbicos consume por mes, pero considera que es la mejor agua del país. Lo confirman estudios técnicos, reconocimientos internacionales y una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos en el 2012.
El incremento de la tarifa es un tema pendiente del Concejo Cantonal, dice el edil Lauro Pesántez. “Hay que hacer un análisis de impacto económico y social, pero es necesario”.
El exalcalde de Cuenca, Paúl Granda, desmiente el déficit y asegura que las cuentas quedaron saneadas y con saldo positivo. “USD 50 millones quedaron en caja-bancos por los servicios y en cuentas por cobrar de las obras ejecutadas, con planes de pago establecidos para tres años”. Según él, solo si la nueva administración no cobra esas deudas podría generarse un problema en las finanzas.
Jaramillo admite que en el 2009, al asumir la administración, encontraron 13 indicadores incumplidos que el BID había sugerido antes de prestarles USD 63 millones para los planes maestros. El principal fue el incremento de la tarifa.
Pero señala que subir el costo del servicio era el camino más fácil. En su lugar bajaron el consumo en un 16% con campañas de ahorro, controlaron las pérdidas y otras acciones.
Con esa estrategia y reforzando los servicios de telecomunicaciones consiguieron más ingresos. Según Jaramillo, en cuatro años los clientes de Internet pasaron de 3 700 a
57 000 e ingresaron a otros campos como la telefonía fija inalámbrica, que tiene 17 170 usuarios.
Pero el actual gerente, Iván Palacios, insiste en el déficit. Según él, habrá austeridad para equilibrar el presupuesto. “No habrá recortes presupuestarios en operaciones, pero algunas obras planificadas con fondos propios esperarán para ser ejecutadas”.
Habló de proyectos de agua potable y alcantarillado, sin especificar. La construcción de la nueva planta para tratar aguas residuales es una de las obras polémicas.
La actual, en Ucubamba, alcanzará su máxima capacidad en el 2016. Si no se ejecuta la nueva obra a tiempo, 200 litros de aguas residuales por segundo podrían ir al río Cuenca. El terreno de ocho ha está listo y se requieren USD 22 millones.