Jéssica Solís aceptó las disculpas de los estudiantes del Montúfar

Junto a los jóvenes del Colegio Montúfar también estuvieron Fernando Yáñez, representante del Ministerio de Educación, y Diego Mejía, comandante general de la Policía. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Junto a los jóvenes del Colegio Montúfar también estuvieron Fernando Yáñez, representante del Ministerio de Educación, y Diego Mejía, comandante general de la Policía. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Junto a los jóvenes del Colegio Montúfar también estuvieron Fernando Yáñez, representante del Ministerio de Educación, y Diego Mejía, comandante general de la Policía. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Jéssica Solís, policía herida durante las protestas del martes 16 de febrero, aceptó las disculpas de los estudiantes del Colegio Juan Pío Montúfar. Este jueves 7 de abril, cuatro representantes del Consejo Estudiantil le expresaron su solidaridad y le entregaron unos presentes: flores y un pastel.

Gonzalo Criollo, presidente del Consejo Estudiantil, comentó que querían mostrarle su solidaridad. Pues ella fue una víctima más de los desmanes que se presentaron al colegio Montúfar. "Hubo gente inocente afectada por los hechos que se produjeron en la institución".

En su mensaje Criollo se solidarizó, le mencionó que no estaba sola y que lamentaba los hechos suscitados en el plantel a mediados de febrero. Además le dejaron un ramo de flores y un pastel. Hubo momentos emotivos. La policía abrazó a los estudiantes.

"Yo les disculpo de corazón (...) acepto sus disculpas aunque sé que no están aquí las personas que me agredieron", mencionó la policía de 24 años. Ella comentó que durante las protestas se encontraba realizando su trabajo.

Actualmente, Solís está con permiso médico. Se encuentra en terapias de rehabilitación. Producto del impacto de una piedra en su cabeza tiene una desviación en su columna vertebral.

Durante este acto de solidaridad estuvo presente también Fernando Yáñez, representante del Ministerio de Educación, y Diego Mejía, comandante general de la Policía. La cita fue en la casa de la uniformada, en La Gatazo, en el sur de Quito.

Una vez que terminó la reunión, Criollo expresó que las autoridades educativas deberían también tener este gesto de nobleza. A la vez enfatizó que le expresó su solidaridad, no pidió disculpas, porque algunos estudiantes "inocentes" fueron perjudicados tras las protestas. "Los alumnos estamos viviendo situaciones similares a las de Jéssica. Se debería investigar para determinar quiénes fueron los responsables".

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