Según Tipantuña, el proyectil provino de un grupo de uniformados que intentaban repeler a los protestantes. Foto: Captura
Luis Tipantuña, de 29 años, permanece internado en el Hospital Eugenio Espejo, de Quito. Cuenta que durante las manifestaciones en el sector de San Blas, en el Centro Histórico, fue impactado por una bomba lacrimógena, que hirió su ojo.
“Los doctores me dicen que hay un 99% de probabilidad de que perderé el ojo derecho. Solo debo esperar que me operen”, contó el joven a El COMERCIO.
El estudiante asegura que la noche del jueves 3 de octubre del 2019 decidió participar de las manifestaciones en contra de las medidas económicas impuestas por el Gobierno. “Estaba en la marcha con dos amigos, sin ningún grupo político ni gremio, sólo fuimos porque nos sentimos inconformes con la situación política del país”.
Salió de la Universidad Metropolitana, junto con dos compañeros y se caminó hacia el Centro por la av. 10 de Agosto. A la altura de la Plaza de San Blas se iniciaron los disturbios y enfrentamientos con la Policía.
“Yo corrí, junto con unas señoras de la tercera edad que estaban cerca, pero estaba muy oscuro y no vi cuando vino la bomba“.
Según Tipantuña, el proyectil provino de un grupo de uniformados que intentaban repeler a los protestantes.
El joven dijo que luego del golpe se sintió confundido y que su rostro se llenó de sangre. Sus amigos y una persona que circulaba en motocicleta lo auxiliaron. El desconocido lo trasladó al servicio de Emergencia del Eugenio Espejo. “La fuerza que usó la Policía fue desproporcionada. Llegaron a agredirnos y golpearnos”, agregó.
Este Diario consultó sobre este con el Departamento de Comunicación de la Comandancia de la Policía, pero no hubo una respuesta.