Imagen referencial. Un estudiante con discapacidad intelectual habría sido víctima de abuso en un colegio. Foto: Archivo EL COMERCIO
“Comienza verás, comienza”, le dice una chica a un compañero, que viste el uniforme de un colegio público. Ella se ríe mientras lo filma con un teléfono celular. Él se desata el cinturón, se abre el botón del pantalón, se baja el cierre y el calzoncillo y queda expuesto su pene. La chica se ríe.
Hace una semana, el martes 14 de enero de este 2020, el video le llegó a través de Messenger de Facebook a la abogada Sybel Martínez, directora de Rescate Escolar y vicepresidenta del Consejo de Protección de Derechos de Niños y Adolescentes de Quito.
Martínez respondió el mensaje y pudo acceder al número de celular del denunciante. Se trata de un adolescente, compañero de plantel de los estudiantes del video. Pidió la reserva de su identidad y le contó, en detalle, lo que pasó. La grabación se ha viralizado en algunos estados de WhatsApp de alumnos de esa institución. El protagonista tiene discapacidad intelectual.
EL COMERCIO consultó a la ministra de Educación, Monserrat Creamer, si se ha investigado el hecho. Una funcionaria de la Subsecretaría de Educación de Guayaquil se comunicó de inmediato, pedía la identidad del denunciante. Se le dio a conocer el nombre de la víctima. La mañana de este martes 21 de enero del 2020 se consultó si había alguna novedad, pero no hubo respuesta de la Subsecretaría.
Para Sybel Martínez, queda una vez más en evidencia la necesidad de trabajar en educación sexual en los planteles del Ecuador. Pero más que nada, en empatía, respeto y aprecio por la diversidad. “No es posible que aprovechándose de la condición de discapacidad intelectual de un compañero, alguien lo lleve a situaciones límite, haciendo que se baje los pantalones y que el video sea una broma o chiste que circula en el colegio”.
Para Xavier Torres, presidente del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades, “el vídeo muestra un tipo de comportamiento no correcto, que supone alguna medida, no sé si una suspensión. Es un abuso. La gente se burla de las personas con discapacidad por falta de conocimiento en la escuela y en el hogar”.
En Ecuador, el Código Orgánico Integral Penal (COIP) tipifica como delito al abuso sexual: “La persona que, en contra de la voluntad de otra, ejecute sobre ella o la obligue a ejecutar sobre sí misma u otra persona, un acto de naturaleza sexual, sin que exista penetración o acceso carnal, será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco años”.
El COIP precisa en su artículo 170 que la sanción será de 5 a 7 años de cárcel “cuando la víctima sea menor de catorce años de edad o con discapacidad” o “cuando la persona no tenga capacidad para comprender el significado del hecho o por cualquier causa no pueda resistirlo; o si la víctima, como consecuencia de la infracción, sufra una lesión física o daño psicológico permanente o contraiga una enfermedad grave o mortal”.
Torres enfatiza en que resulta imprescindible que los padres eduquen a sus hijos en temas de sexualidad. “Las partes íntimas no pueden ser expuestas. No está bien que unas compañeras le pidan bajarse los pantalones y él lo haga, sin pudor. Abusan de su condición. Pero hace falta que a estos adolescentes con discapacidad también les brinden educación sexual, que le guíen en torno a su cuerpo”.
En el 2019, el Conadis presentó la ‘Guía sobre derechos sexuales, reproductivos y vida libre de violencia para personas con discapacidad’. En este 2020, Torres anuncia que esperan llegar a las instituciones educativas con ese material.
Para Torres, también es necesario capacitar más a los profesores sobre las necesidades educativas especiales y sobre respeto. Hay que lograr -recalca- que todos los estudiantes entiendan lo que implica la diversidad. No se puede integrar a los chicos con algún tipo de discapacidad sino se logra que todos se respeten.
Para Sybel Martínez es urgente que el Ministerio trabaje en crear “escuelas compasivas, en donde se concentren los esfuerzos en desarrollar alfabetismo emocional, empatía y se enseñe a resolver los conflictos de modo no violento. La empatía es básica en las relaciones interpersonales, enseña a ponerse en los zapatos del otro, a no hacerle daño al vulnerable. Me pregunto cómo tratan los adultos a los chicos con discapacidad en ese colegio”.
El estudiante del colegio público de Guayaquil le hizo llegar el video a la Vicepresidenta del Consejo de Protección de Derechos de Niños y Adolescentes de Quito después de una nota publicada por EL COMERCIO, el 10 de enero de 2020, sobre otro caso de una estudiante filmada en el aula.