Bogotá. AFP
462 muertos
es la cifra oficial de víctimas de la hambruna que afecta a las comunidades de Guatemala.Cerca de 500 muertos por hambre en Guatemala, temperaturas que superan los 40 grados centígrados en Perú y Ecuador, 140 incendios forestales en Colombia y una declaratoria de emergencia por falta de agua en ese país deja este año en Latinoamérica el fenómeno de El Niño.
Durante 2009, este fenómeno de naturaleza marina y atmosférica ha adquirido características dramáticas en Guatemala, donde la sequía ha provocado una hambruna que ha matado al menos a 462 personas pobres.
Debido a lo dramático de la situación, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU comenzó esta semana la entrega de 20 toneladas de galleta nutritiva en 164 comunidades guatemaltecas afectadas por la hambruna, la cual se ha acentuado debido a la destrucción hasta en un 90% de los cultivos de maíz y fréjol por la sequía.
Mientras, en México, El Niño llevó a sus mínimos niveles buena parte de las 789 presas del país, y las autoridades temen que el fenómeno afecte los casi ocho millones de hectáreas de cultivo, y entre sus consecuencias más graves está la muerte de miles de cabezas de ganado.
En Colombia las autoridades y los gremios de la producción hicieron sonar las alarmas esta semana por la escasez de agua que comenzó a afectar a varias regiones del país.
Solo en Argentina este fenómeno trae beneficios, pues allí deja de momento un aumento en el nivel medio de lluvias, positivo para la cosecha de granos, según Eduardo Anchubidart, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de B. Aires.
El Niño comenzó a finales de junio de 2009 en el Pacífico y continuará hasta finales del año, probablemente incluso hasta el primer trimestre de 2010, según advirtió hace un mes en Ginebra, Suiza, Rupa Kumar Kolli, miembro de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El experto anunció que el fenómeno se convierte en una amenaza para la región, pues sus consecuencias pueden llegar a niveles similares al de 1997, recordado por ser el más grande del siglo por intensidad y duración y con secuelas en la economía y salud de los habitantes.