¿Hasta cuándo soportamos el totalitarismo? ¿Es democracia el silencio, la desidia, el quemeimportismo con que muchos ciudadanos actúan y permiten los atropellamientos que día a día vivimos en el país?
¿Acaso los severos traumas de una infancia llena de necesidades de afecto natural pueden hacer que al llegar a gobernar esos complejos surjan como la necesidad imperiosa de demostrar superpoderes y sacar a flote una personalidad áspera en contra de todos los que no pensamos igual?
Es triste y penoso ver lo que sucede, es desesperante que un Presidente al que los ojos de una guapa presidiaria le produzcan temblor en la voz y sonrojo se dirija a una nación coartando nuestro derecho a ser informado.
Talvez no le gustó que se descubran sus promesas sin sustento de terminar con los apagones. O el redactar un libro que Teleamazonas no publicitó.
¿Hasta cuándo lo permitimos? ¿Hasta dónde pretende llegar la revolución ciudadana con aquellos representantes en la Asamblea llenos de repudio contra el sistema y atrevimiento como el señor Panchana o cualquiera de los representantes que han encontrado en el insulto su mejor arma de ataque?
¿Hasta cuándo se siguen dando espacios a quienes llegan a los medios buscando ganarse la voluntad de un pueblo?
No se puede jugar a la democracia cuando ellos no han respetado el estado de Derecho, no se puede jugar a la democracia cuando ellos la mancillan cada día. Basta ya, es hora de quitarles el poder que un pueblo les regaló en las urnas.
¿Acaso no es necesario llegar a esa dictadura para recién darnos cuenta de que ese disfraz de comunismo no es más que la toma de un poder que pone fin a la larga noche neoliberal, para amanecer con un bien estructurado mañana neocomunista, además por su forma intolerante?
Mi respaldo y solidaridad a todos los medios y periodistas y ojalá se publiquen estos criterios en la prensa escrita, la radio y la televisión.