Edwin Alcarás. Redactor
cultura@elcomercio.com
Los años ochenta llegaron con la resaca de la fiesta petrolera y el Estado de bienestar empezó a desleírse. Los pueblos indígenas eran un gigante todavía invisible. La Conaie, una conjetura; y sus líderes intelectuales, estudiantes o recién graduados.
La infraestructura
70 personas en todo el país, a más de colaboradores independientes eventuales. Hay tres direcciones regionales: en Quito, Guayaquil y Cuenca.
El Departamento de Cultura del Banco Central del Ecuador maneja y administra 16 museos en varias regiones del país.
Estelina Quinatoa terminaba sus estudios de francés, con el inglés se llevaba bien y dominaba sus dos lenguas maternas: quichua y español. Pero no sabía
dónde exactamente podía aplicar esa Babel de uso personal. Fue entonces que se le ocurrió aplicar para guía del Museo Nacional del Banco Central.
La aceptaron. No pensaba entonces que luego de casi 30 años de servicio en la institución la nombrarían Directora del Departamento de Cultura para la regional
de Quito. Pero así fue. Hace pocos días el Directorio escogió su nombre para reemplazar al historiador Carlos Landázuri , quien fue promovido a secretario general del Banco.
Cuando empezó todo estaba por hacerse en su campo. Por medio de sus pedidos se creó en ese entonces un puesto impensado en el mundo cultural ecuatoriano de esa época: guía educativa quichua hablante para los pueblos indígenas. Claro, por su dolorosa condición histórica, no es que sobraran los visitantes indígenas en el museo. “Pero si ellos no venían, pues íbamos a llevar el museo a ellos”, dice Quinatoa, seria y amable como siempre, con una especie de tono maternal, muy característico suyo.
En efecto, el Banco Central instauró un programa de visitas guiadas con varias comunidades indígenas del país. Un bus de la institución los recogía, los llevaba hasta el museo y luego los regresaba a sus casas. Así, luego de casi 30 años, se dice muy fácil, pero entonces esas visitas no eran muy bien vistas por algunos.
Si los indígenas no venían, pues íbamos a llevar el museo a ellos
Estelina Quinatoa
Directora del Departamento Cultural del BCE“Ha sido una lucha. Créame. He tenido que pelearme con varias personas que aún no podían concebir a los indígenas como seres humanos diferentes de ellos. Ahora la sociedad ha cambiado un poco, es verdad. Estamos mejor, pero la lucha es larguísima”. Y sí debe haber cambiado la sociedad, aunque sea un poco, pues es la primera vez que se escoge a una mujer indígena para liderar ese departamento.
A Quinatoa le tocará participar en el proceso de transición de directivos. Según el nuevo Sistema Nacional de Cultura (establecido en la Constitución y discutido en la Asamblea Nacional) el Departamento del BCE pasará a ser administrado directamente por el Ministerio de Cultura.
La funcionaria prefiere no pronunciarse sobre ese proceso porque es demasiado prematuro. Confía en el buen juicio de los nuevos directivos, confía en el trabajo “extraordinario y sostenido” que hasta ahora ha realizado el Banco en materia de cultura.
Hay asuntos que exigirán su atención inmediata. Por ejemplo, el proyecto –estrella, hasta hace pocos años- de la construcción de un nuevo edificio para concentrar los servicios culturales del Banco. Se pensaba montarlo en el edificio de la antigua matriz, al frente de La Alameda.
¿Qué pasó con el proyecto?
Circunstancias políticas –suspira- no nos han permitido avanzar con él. Queríamos hacer un gran Museo Nacional, es decir que represente a todos los grupos humanos que habitamos en el Ecuador, sin embargo, los tiempos políticos han cambiado. Ahora el proyecto está detenido.
(El proyecto prometía mucho. Es una pena). ¿Es decir que ya no se construirá?
Buena parte del guión museográfico está avanzado, el inventario de los bienes, los estudios están muy adelantados, es la obra física la que se ha detenido. Aún no sabemos hasta cuándo.
¿Pero les preocupa la transición?
Somos funcionarios de carrera de varias décadas y hemos pasado muchas épocas políticas, pero el patrimonio tiene que conservarse para la posteridad. En ese sentido nosotros seguiremos trabajando mientras se pueda.
¿Ya han tenido acercamientos con el Ministerio?
El traspaso de los bienes se hará con la responsabilidad necesaria para garantizar la adecuada conservación. Los funcionarios del Ministerio ahora están conociendo los procesos de nuestro trabajo y nuestro manejo administrativo. Este es un proceso muy largo, todos los funcionarios de cultura estamos conscientes del trabajo que hemos sostenido estos años.
¿Piensa que el manejo de su Departamento, mejorará bajo la administración del Ministerio?
(Sonríe mientras mira a los ojos de su interlocutor). “Esta es una parte muy delicada. No podría contestarle sobre el Ministerio de Cultura porque yo soy funcionaria del Banco Central. El Ministerio está en la etapa de hacer un diagnóstico y nosotros hemos ofrecido toda nuestra apertura. Estamos en una época de transición. Nosotros, los custodios y administradores de los bienes. Y hay que ser muy cuidadosos con eso. Pero, por otra parte el patrimonio, nuestra memoria, nuestra cultura, durará para siempre.